Todo es Energía…

Según el Reiki, una enfermedad es la manifestación en el plano físico de un problema a nivel mental, emocional o espiritual. En todas las terapias de sanación energética, para sanar realmente y en profundidad, debemos tratar al ser humano como un ser integral, desde el punto de vista físico, mental, emocional y espiritual. De nada sirve aliviar los síntomas sin tratar las causas.

Todo es energía, tanto el cuerpo físico, como los pensamientos y las emociones. Las emociones como la ira, los celos, la tristeza, la ansiedad son energías que vibran en niveles muy bajos, enfermando tarde o temprano al cuerpo físico.
El Reiki se refiere a la energía universal como “Ki”. Esta energía o “Ki” cuando emana de pensamientos y emociones negativos obstruye los chakras (centros de energía), siendo éste el principio de la enfermedad. El origen de cualquier desequilibrio físico está en nuestros pensamientos y emociones. Es desde allí que se gesta hasta manifestarse en el cuerpo en forma de enfermedad. Las enfermedades y disfunciones del cuerpo se producen por un ki negativo.
El ki negativo puede estar siendo producido por pensamientos negativos conscientes o inconscientes, influyendo sobre el cuerpo, el estado de ánimo y la vida de la persona en general.
Pensamientos y emociones negativos derivados del enojo, la ira, la tristeza, la inseguridad, la frustración y los miedos contribuyen a crear ki negativo.
El Ki positivo o negativo tiene consecuencias directas sobre nuestra salud.

La técnica del Reiki restaura el equilibrio…

La técnica del Reiki trabaja localizando al Ki negativo allí donde se encuentre en nuestro cuerpo, cambiando su vibración, haciendo que ésta aumente de frecuencia y liberándola.
El Reiki transforma el Ki negativo en positivo ayudando a la persona tratada con ésta técnica a elevar las frecuencias vibratorias de su energía, logrando así el restablecimiento de su equilibrio en los planos físico, mental, emocional y espiritual. Esto favorece tanto la sanación de cualquier enfermedad como el mantenimiento de la salud a largo plazo.