Todas las cabezas son un mundo. ¡Nunca sabes de qué manera reaccionará una persona frente a un problema o conflicto! Especialmente cuando se trata de conflictos de pareja, que incluyen muchos sentimientos encontrados y emociones fuertes. ¿Tu pareja deja de hablarte luego de cada pleito y no sabes cómo reaccionar? Probablemente te esté aplicando la ley del hielo, aprende cómo lidiar con ella.

¿Qué es la ley del hielo?

La ley del hielo es una técnica muy antigua y conocida, aplicada especialmente para dar conocer a una persona que estamos terriblemente enojadas con ella. La mayoría del tiempo la ley del hielo se aplica cuando queremos acabar una discusión inmediatamente.

Seguro que ya estarás familiarizada con ella, gracias a que tu pareja te la está aplicando a ti. Pero debes saber que esta no es una reacción propia de adultos, y si tu pareja lo ha estado haciendo es una muestra clara de falta de madurez de su parte. Una discusión nunca debería terminar de esa manera, y tampoco es sano que ninguno de los dos esté tomando ese tipo de actitudes.

Más específicamente, la ley del hielo es una típica actitud de niños malcriados o berrinchudos. Puedes notarlo en un grupo de infantes que al discutir entre ellos, dejan de hablarse por largos periodos de tiempo. ¡Es muy común entre ellos, porque simplemente no saben aún como reaccionar adecuadamente!

Esto quiere decir que si tu pareja ha estado aplicándote la ley del hielo, es porque ha estado teniendo actitudes infantiles que deben ser cambiadas de inmediato. Nadie puede permitir ser tratado de esa manera, y mucho menos cuando se trata de algún conflicto de pareja el cual debe ser resuelto lo antes posible.

¿Qué hacer si mi pareja me aplica la ley del hielo cuando discutimos?

Cuando están en plena discusión y tu pareja decide aplicarte la ley del hielo durante o después de ella, en ese momento no habrá mucho que puedas hacer. Lamentablemente, deberás esperar a que deje esta actitud (sin importar el tiempo que le tome) para que puedas tener una conversación más seria con él.

Lo primero será expresarle tu disconformidad con esa reacción. Expresale claramente que no puede estar teniendo ese tipo de actitudes ya que eso no desmuestra madurez de su parte sino solo una conducta infantil y poco comprometida. Él si está dispuesto a cambiar, con una comunicación abierta y delicada podrá bastar.

En caso contrario de que se ponga nuevamente a la defensiva, tendrás que tomar otras medidas más rigurosas al respecto. Puedes intentar con darle un ultimatum, para ver si reacciona o decise seguir actuando de la misma manera. Es prudente aclarar que este tipo de actitudes solo traen consecuencias negativas como:

• Se genera mucho resentimiento entre ambos.
• Los problemas nunca se revuelven.
• Continúan las peleas diariamente.
• La comunicación se va perdiendo y cada vez será más escasa.
• La relación se irá enfriando poco a poco.
• Ya no sentirán el apoyo mutuo que se tenían.

¡Nunca pagues con la misma moneda! Recuerda que si tu pareja está fallando en algo, tu debes ser el pilar más fuerte en la relación hasta que las cosas puedan nivelarse nuevamente. Si eliges ponerte a su misma altura, será condenar la relación, porque será una relación de dos personas inmaduras que no saben cómo afrontar las situaciones difíciles.

Por lo tanto, si en verdad quieres que tu relación mejore y cambie, debes tener paciencia con tu pareja. Y en caso de que no veas ningún interés en él en cambiar, será tu decisión si permaneces con una persona inmadura o decides abrir tus alas.

¿Es buena la ley del hielo?

Definitivamente, la ley del hielo es una de las actitudes más dañinas para las relaciones. Ya que al momento en que uno de los dos comienza a aplicarla, todo lo demás se va desmoronando. Sin la adecuada comunicación, no hay suficiente confianza, y sin confianza vienen los celos y los conflictos y por lo tanto, tarde o temprano se pierde el amor.

Entonces lo más prudente que debes hacer ahora, es intentar que tu pareja entre en razón para que no siga teniendo este tipo de actitudes y puedan salvar su relación.