Boca atraviesa una crisis deportiva e institucional que no vivía hace varios años. El equipo no juega copas internacionales, está afuera del torneo local, sin DT y con el Mundial de Clubes a la vista.
De cara a lo que viene, Riquelme y su comitiva saben bien que el margen de error es nulo y que al hincha se la acabó la paciencia, por lo que deberán contratar un técnico de manera urgente y que este sea de fuste.
En consecuencia, el presidente del Xeneize apuntará todos los cañones a Gustavo Quinteros, quien llegará este fin de semana a Argentina con el objetivo de ultimar detalles y calzarse el buzo azul y oro.
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