El mundo llora la muerte de una de las personas más emblemáticas de la humanidad. Diego Armando Maradona falleció a los 60 años y dejó consternado no sólo al mundo del fútbol, sino al Universo en general.
En vida, el astro argentino recibió miles de homenajes. El último fue nada menos que en su casa, La Bombonera. Fue el 7 de marzo de 2020 cuando fue como entrenador de Gimnasia por la última fecha de la Superliga, en una cancha repleta que se puso de rodillas para ovacionarlo hasta el cansancio.
“Y cuando va a la cancha, La 12 le agradece todo lo que Dieguito se merece”, cayó desde cada rincón del Alberto J. Armando, mientras Maradona no contuvo su emoción en un abrazo con Miguel Brindisi (compañero en 1981 en el Xeneize), quien le entregó una placa y una camiseta con la 10 en la espalda.
Aquella noche hubo sensaciones dulces y amargas para el Diez. Su Gimnasia perdió 1-0, pero los colores de su corazón con el triunfo se consagraron campeones y con gol de un jugador al que quiso como un hijo: Carlos Tévez.
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