La última imagen que dejó la Copa Libertadores no fue un partido de fútbol, sino un combate de lucha libre en Porto Alegre. El clásico entre Inter y Gremio terminó a las trompadas limpias entre jugadores, cuerpo técnico, suplentes y utileros.
El cotejo terminó 4-4, pero en expulsiones. Sí. Ocho jugadores vieron la roja en el encuentro. Edenilson, Moises, Víctor Cuesta y Bruno Praxedes a las duchas en el Inter, mientras que en Gremio Luciano, Pepé, Caio Henrique y Paulo Miranda.
El resultado quedó en la anécdota. Fue un empate sin goles y el árbitro del encuentro en el Arena do Gremio fue el argentino Fernando Rapallini, que no dudó en mandar a ocho jugadores a las duchas.
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