Pasan los años y la historia del equipo del Virrey sigue agigantándose, ya que ningún club argentino logró abrazar la gloria a nivel mundial desde aquel 14 de diciembre de 2003, cuando Boca se impuso ante el Rossonero en Japón en una jornada soñada.
El partido terminó 1-1 en el tiempo reglamentario. El primer gol fue de Tomasson y luego Matías Donnet igualó las acciones para un Xeneize que buscaba su tercera Intercontinental (la había ganado en 1977 y en 2000).
En los penales, el gran héroe azul y oro fue el Pato Abbondanzieri. El uno contuvo dos disparos (a Pirlo y Costacurta), mientras que Seedorf tiró la pelota a las nubes.
En el cuadro argentino, primero convirtió Schiavi, luego falló Battaglia, después la metió Donnet y finalmente, Cascini clavó el tanto que decretó el título mundial de Boca y el último para un equipo argentino.
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