El ex tenista australiano murió este viernes, a los 83 años.

El deporte deja huellas difíciles de borrar con el tiempo y lo producido por Ashley Cooper en el mundo del deporte blanco es uno de esos casos memorables. Australiano, derecho, de uno de los tenis más exquisitos previo al profesionalismo, supo ser el mejor de todos en los últimos años de la década de 1950 y esta mañana, luego de que lo confirmara la Asociación de Tenis Australiana, se conoció la noticia de que falleció a los 83 años de edad.

Ex líder del ranking mundial y campeón del Abierto de Australia de 1957, supo hacerse su nombre a partir de ese título y al año siguiente, se alzó con tres de los cuatro Majors (Abierto de Australia, de Estados Unidos y Wimbledon) para quedar inmortalizado para siempre en la historia del deporte mundial.

Este viernes, a los 83 años, partió hacia el eter para quedar por siempre en la memoria de los fanáticos del tenis con aquellos golpes exquisitos que alguna vez supieron inspirar a las camadas venideras, como la de Ilie Nastase, Vitas Gerulaitis, Bjorn Borg, Jimmy Connors o el mismo Guillermo Vilas, sin dejar de nombrar a su compatriota y quien es considerado como el precursor de la Era Moderna del Tenis, Rod Laver.