El suizo, con 38 años, se clasificó entre los mejores cuatro del Masters de fin de temporada tras derrotar a Djokovic en dos sets. El más grande de todos los tiempos lo hizo una vez más.

Y cuando lo daban por muerto y por vencido ante las más adversas dificultades, ahí llegó él y le demostró a todo el mundo y el ambiente del tenis que siempre tiene un as bajo la manga escondido, para aplicarlo en el momento justo. Es que Roger Federer dependía de ganarle si o si a Novak Djokovic para acceder a las semifinales de las Finales del Tour de la ATP y el suizo, otra vez más, demostró de lo que es capaz.

Con una elegancia tan particular como lo caracteriza y siendo más que Nole durante casi todo el encuentro, Federer se llevó el triunfo en sets corridos ante el serbio en un duelo que era directo y decisivo en el grupo Bjorn Borg del Masters de fin de temporada.

Con parciales de 6-4 y 6-3, en una hora y trece minutos de encuentro, el suizo se impuso al serbio y así lo eliminó de la competencia, para él ganarse ese segundo lugar disponible en su zona para las semifinales y ahora esperará a la definición de mañana en el Grupo Andre Agassi para saber quien será su rival por un lugar en la definición.

De esta manera, y más allá de avanzar a las semifinales y unirse a Dominic Thiem y a Stefanos Tsitsipas, quienes ya estaban clasificados, lo cierto es que Roger volvió al triunfo ante Djokovic, algo que no conseguía desde el 2015, en este mismo evento. Cuatro encuentros habían pasado entre si para que el helvético pudiera volver a festejar ante el serbio. El mejor mago de todos los tiempos, jamás lo den por muerto o acabado, porque él, siempre, tiene un as bajo la manga para sorprender a todos.