El suizo, el serbio y el español ganaron trece de las últimas quince ediciones del certamen, logrando una marca histórica. Ljubicic y del Potro fueron quienes cortaron sus respectivas rachas.

El tenis, desde que aparecieron Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic ha mutado de forma exponencial para convertirse en un deporte donde los tres máximos jugadores reinan año tras año. Hace apenas unos meses, desde Más Tenis, comentamos que, entre los tres, acumulan cincuenta y dos Grand Slams, siendo, desde el último Abierto de Australia, los tres más ganadores en este tipo de competencias.

Sin embargo, esa no es la única marca irrisoria que lograron esto tres fenómenos que empuñan una raqueta y animan al circuito desde hace más de quince años. En lo que respecta a Indian Wells, entre los tres, también tiene un récord inaudito: conquistaron trece de las últimas quince ediciones del torneo entre ellos y, con la salvedad de Ivan Ljubicic en 2010 y Juan Martín del Potro en 2018, ningún tenista pudo sacarles el título de las manos.

Todo comenzó en el 2004 cuando Federer, quien se había establecido como número uno indiscutido tras conquistar el Australian Open en ese verano oceánico, llegó al desierto californiano para hacerse con la primera corona de los que por aquel entonces aún eran los Masters Series. El suizo fue brillante ese año y consiguió el éxito, que repitió en 2005 y 2006, consiguiendo ser el primer tricampeón consecutivo del evento.

En el 2007, la suerte mutó. Federer cayó en primera vuelta ante el argentino Guillermo Cañas y dejó el título en manos de otro colega. Nadal, por su parte, aprovechó a la perfección ese año y conquistó su primer certamen en Indian Wells, con un look distinto al que acostumbraba a usar: la tradicional vincha que utilizó durante toda su vida, en aquel certamen la utilizó como una bandana que le protegía toda la cabeza, lo que le hacía un look innovador, más allá del nivel y las ganas que demostraba torneo tras torneo de arrebatarle la cima del ranking al por entonces inamovible Federer.

En el 2008 llegó el primer título de Novak Djokovic. El serbio, quien hasta entonces había sido un habitual animador del circuito, no podía plasmar ante los grandes su supremacía con el resto. No obstante, en aquel 2008, había sido el campeón de Australia, su primer Grand Slam y arribó a Indian Wells para hacerse valer. Eso le trajo un gran andar y alzó su primera corona en el desierto de California.

Un año más tarde, quien repetiría la formula sería Nadal, quien mostrando un gran nivel, se había llevado el título en Melbourne Park y ya se encontraba en el tope de la cima, habiendo desplazado a Federer de ese lugar tras cuatro años y medio de reinado absoluto del suizo.

El 2010 fue el año del primer quiebre en la historia. El croata Ljubicic, ya entrado en años y teniendo sus últimos grandes resultados en el circuito, sorprendió a todos desde su posición número veinte en la preclasificación y se quedó con el torneo, tras vencer a Andy Roddick en el encuentro definitorio.

El 2011 fue el primer gran año de Djokovic e Indian Wells no podía ser la excepción. Conquista y corona para el serbio, quien no perdió un solo encuentro en el circuito hasta junio de ese año, cuando cayó en las semifinales de Roland Garros ante Federer.

Justamente Federer fue quien se hizo con el título en el 2012, ese año soñado en su carrera que lo devolvió a la cima del ranking luego de su conquista en Wimbledon de aquella temporada. Un año más tarde, en el 2013, Nadal retornó tras una lesión en su rodilla al circuito y, luego de caer en la definición de Viña del Mar ante Horacio Zeballos, el mallorquín hilvanó los títulos de San Pablo, Acapulco (por aquel entonces aún se jugaba sobre polvo de ladrillo) e Indian Wells en forma consecutiva. La víctima de aquella final era el argentino del Potro, quien ya daba indicios de que este torneo le sentaba a la perfección.

En los años siguientes, la supremacía de Djokovic regresó. El serbio se hizo con los torneos en forma consecutiva desde el 2014 hasta el 2016, destrozando a sus rivales y demostrando que era el dueño del circuito ATP por aquellos días. Esa racha lo llevó a ser el segundo tricampeón de forma consecutiva del evento y el máximo ganador histórico del mismo, con cinco títulos.

Al año siguiente, el resurgir de Federer con el título conseguido en Australia lo hizo llegar como un serio candidato al certamen. El suizo, fiel a su costumbre, no desentonó. Ganó el título sin ceder un solo set y fue, poco a poco, construyendo su camino de regreso hacia el número uno del mundo, hecho que consiguió en la antesala de la edición del 2018, en el Abierto de Rotterdam, un par de semanas antes.

Justamente ese 2018 fue el nuevo quiebre en la historia monótona de estos tres grandes del tenis. Del Potro se metió en la pelea, jugó un partidazo en la definición de torneo ante su Majestad suiza, le levantó un par de match points y se consagró como el primer campeón latino en el certamen luego de veinte años, ya que el último había sido Marcelo Ríos en el año 1998.

Con esta data, el porcentaje marca que el 87% de las últimas quince ediciones de Indian Wells quedaron en manos de Federer, Djokovic y Nadal, quienes alzaron cinco, cinco y tres trofeos, respectivamente. Teniendo en cuenta la actualidad del trinomio y de sus colegas, nada hace prever que alguno de los tres tenga grandes inconvenientes en hacerse, una vez más, con un torneo que les sienta como si estuvieran jugando en el patio de sus casas. ¿Habrá algún atrevido nuevo en esta edición del primer Masters 1000 de la temporada o el reinado de este trío se mantendrá durante una temporada más?