El español destrozó a Tsitsipas en sets corrido y se metió en la definición del primer Grand Slam del año. Fue una producción brillante para el número dos del mundo.

Rafael Nadal sigue dando que hablar en Melbourne Park. Es que el tenista de Manacor parece no tener problemas para ir tachando rivales, de gran y bajo calibre, y se abrió, poco a poco, camino a la definición del Abierto de Australia siendo el mejor jugador del certamen. Este jueves, fue el turno de ser el verdugo de Stefanos Tsitsipas, a quien venció por 6-2, 6-4 y 6-0 para meterse en el último partido del torneo y esperar por Novak Djokovic o Lucas Pouille, quienes se enfrentan este viernes para definir al otro contendiente por la corona.

La producción de Rafa en el Rod Laver Arena fue un lujo para los espectadores. Más allá de acostumbrar a la gente con sus aguerridos puntos y de optimizar la calidad a un nivel colosal, el Toro de Palma de Mallorca no deja de asombrar encuentro tras encuentro en este paso por las canchas azules del complejo australiano. Y lo realizado ante Tsitsipas dejó a las claras que el ex número uno del mundo arribó al primer Grand Slam de la temporada con un solo objetivo: llevarse la corona y reducir al máximo a cada uno de sus rivales.

El enfrentamiento no otorga mucho análisis desde la estadística, ya que Nadal siempre tuvo la iniciativa y pareció inhibir a Tsitsipas desde el arranque, logrando que el griego se veo disminuido ante semejante marco y situación en la que se encontraba, lejos del extrovertido, alegre y preciso joven que se vio hace algunos días en la épica victoria ante Roger Federer en los octavos de final.

Dos quiebres en el set inicial, uno en el segundo y tres en la tercera manga, le permitieron a Nadal hacerse con el encuentro por 6-2, 6-4 y 6-0 en una hora y cuarenta y siete minutos de partido, tiempo en el cual no cedió jamás su servicio y solo enfrentó una situación de punto de quiebre.

Con esta victoria, Rafa esperará lo que suceda este viernes entre Djokovic y Pouille, quienes definirán en el último turno de la cancha central al otro finalista. Por su parte, cuando dispute el choque cumbre el próximo domingo, el español buscará su segundo trofeo en Australia, algo que solo consiguió hace exactamente diez años, cuando venció a Federer en cinco sets, allá por el 2009, para convertirse, una vez más, en amo y señor de Melbourne.

Lo mejor de la victoria de Rafa ante Tsitsipas: