La máxima ganadora de Grand Slams en la historia del tenis eliminó a Halep, máxima candidata al título, y se metió entre las ocho mejores del cuadro femenino del Abierto de Australia.

Serena Williams es, sin dudas, la mejor tenista de toda la historia. Los resultados en todos los Grand Slams conseguidos avalan a la estadounidense para ser considerada la más grande de todos los tiempos y en Melbourne, en este 2019, quiere seguir haciendo historia. Es por esto que, este domingo, venció a la máxima candidata al título, la rumana Simona Halep, por 6-1, 4-6 y 6-4 en una hora y cuarenta y siete minutos de juego para clasificarse a los cuartos de final.

Williams, quien viene de alcanzar la final en el último Abierto de los Estados Unidos, donde cayó ante Naomi Osaka y, además, protagonizó un escandaloso y fuerte cruce en el medio de la cancha con el umpire Carlos Ramos,  comenzó con todo el primer set ante la número uno del planeta. Halep no podía realizar ninguna de sus estrategias para contrarrestar los ataques de Serena, que cada vez solidificaba más su juego y parecía hacer del encuentro un trámite.

Tras el 6-1 del primer set en favor de la estadounidense, la rumana se recuperó, empezó a desplegar un mejor juego desde la base y fue llevando a su rival a situaciones incómodas, raras hasta lo que en ese momento del encuentro estaba acostumbrada. Con templanza, buenos tiros y una gran decisión, Halep se adueñó del segundo parcial por 6-4 para dirimir toda la escena en el tercer y decisivo parcial.

Fue allí donde imperó el dominio de la máxima jugadora de la WTA de todos los tiempos. Serena se adueñó del score, del escenario, de la situación y doblegó a Halep en esa manga definitoria por 6-4 para, así, alcanzar los cuartos de final del torneo, donde enfrentará a la séptima cabeza de serie, la checa Karolina Pliskova, buscando un lugar en las semifinales y, por qué no, soñando con levantar un nuevo trofeo en tierras australianas.