Finalmente, la Justicia australiana falló en contra de los intereses de Djokovic, a quien se le sacó la visa y será deportado del país por no cumplir con los requisitos mínimos.

La novela del Nole Gate llegó a su fin en Australia. Y es que la Justicia finalmente dio su veredicto y para los fanáticos de Novak Djokovic y del tenis en general, este 2022 será con un condimento distinto en el primer Grand Slam del año. Es que el serbio fue deportado porno estar vacunado contra el COVID, como razón principal, y deberá ver este Abierto de Australia desde su hogar.

Djokovic fue sentenciado por la Justicia del país oceánico por distintos motivos. El principal fue por no estar vacunado contra el COVID, hecho clave en aquel país para poder ingresar, aunque las maneras que se utilizaron para la deportación y el juicio no fueron del todo correctas.

La novela parecía tener un final alentador, aunque pareció más una escena plasmada por la negativa del público que por los intereses reales de los australianos. Si bien es cierto que el serbio no esta vacunado ante el COVID y que no cumplía con ese requisito, fue la entidad del tenis en Australia quien le otorgó el permiso para viajar y dar el presente en el primer Major del año.

Sin embargo, el giro por parte de los jueces australianos pareció ocurrir luego de que la defensa diera ciertas precisiones, avaladas luego por el propio jugador, entre las que se hallan su presencia en eventos masivos con el conocimiento de estar transitando el virus, hecho que lo catapultó directo a una sentencia negativa, desde la opinión pública y judicial, con aval en ésta.

De esta manera, el número uno del mundo será deportado y enfrentará el cargo de no poder ser recibido en Australia durante los próximos tres años, hecho que aún no está confirmado judicialmente. Por otra parte, y a partir de este motivo, no podrá defender el título cosechado en nueve oportunidades, siendo los últimos dos el campeón reinante. Australia, de esta forma, tendrá un nuevo campeón en la temporada que acaba de comenzar.