El suizo contó que se lastimó en un entrenamiento y recién se recuperó en la Laver Cup.

En la previa del ATP 500 de Basilea y en diálogo con el diario local Tager Anzeiger, el suizo Roger Federer confesó que en Wimbledon y el US Open no pudo ofrecer su mejor versión por una lesión en su mano.

“Me lastimé en el comienzo de la gira de pasto, en un entrenamiento. Y me afectó más de lo que imaginaba. No debería ser excusa, pero realmente me complicó la derecha”, reveló el número 3 del mundo.

“Sencillamente no podía impactar apropiadamente, sobre todo en la final de Halle y luego en Wimbledon. Desde la Laver Cup me siento mucho mejor. Juego sin dolor y sin estar pensando en la mano. En Shanghai siento que encontré mi ritmo nuevamente”, agregó.

Asimismo, ofreció otras interesantes reflexiones, como la posibilidad de competir en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020: “Hoy siento que los JJOO quedan muy lejos. Tendré 39 años. Por supuesto que me gustaría jugar pero no tengo ni idea de si seguiré compitiendo”.

Y sin poder ocultar su ganas, apuntó: “La sensación es que si todo está bien, iría, pero no puedo responder eso ahora de aquí a dos años”.

Por su parte, volvió a poner en duda su participación en la gira de polvo de ladrillo del año que viene: “Después de Londres decidiré si juego. Será una decisión que afecte a toda la planificación porque tendría que ajustar mi cuerpo a lo que la tierra demanda”.

“Los rallies son diferentes y ahí se desliza mucho. La decisión será si la juego o no, y si la juego, dónde voy. Si tuviera que rechazar jugar otra vez no tendría problema en hacerlo”, completó Federer, que esta semana intentará defender el título en Basilea.