Para regular nuestro metabolismo debemos tener en cuenta la importancia de distribuir los alimentos que comemos a lo largo del día en un total de 6 comidas. Está comprobado que pasar hambre no ayuda a bajar de peso, por el contrario un cuerpo nutrido necesita consumir colaciones entre el desayuno, almuerzo y cena.

Luego del desayuno, es recomendable realizar la primera colación y la segunda luego del almuerzo. Lo ideal es dejar dos horas entre las comidas. Como justamente el fin es no llegar con tanto hambre a las mismas, algunos ejemplos de colaciones pueden ser: un yogur, una fruta, un puñado de granola, una barra de cereal, una rebanada de pan integral, un chocolate, dos galletitas dulces, dos rebanadas de queso o jamón.

A su vez, es importante tener en cuenta que nuestro cuerpo está programado para quemar las grasas de día por eso es que las colaciones se recomiendan consumirlas durante la media mañana y media tarde.