Los errores más habituales que solemos cometer al lavar el pelo

Usar el mismo shampoo para el cabello y el cuero cabelludo

En cuanto al cuero cabelludo, es importante lavarlo y mantenerlo limpio, ya que es la base del cabello sobre el que crecerá fuerte y bonito. Si no tienes ninguna patología, no hay problema en usar un mismo, pero si, por ejemplo, tienes el cuero cabelludo graso y el cabello seco, entonces tendrás un problema si utilizas el mismo. Podemos tener un cuero cabelludo seco, graso, sensible o irritado y hay que tratarlos con sus shampoos correspondientes.

Frotar el cabello al lavarlo

Incluso en las peluquerías suelen frotar mucho el cabello y esto hace que se encrespe más, al abrirse la cutícula. Hay que masajear el cuero cabelludo con el shampoo específico y aprovechar la segunda jabonada para limpiar el cabello, dejando que caiga el shampoo, frotando suavemente con las manos. Al secar, tampoco lo frotes.

No lavar el pelo o cuero cabelludo graso lo suficiente

Hay un mito que sigue siendo muy popular según el cual si tienes el pelo graso hay que lavarlo menos para que se regule la grasa. No es cierto. La grasa asfixia el folículo y se ensucia más, así que es mejor lavar el cuero cabelludo graso que no lavarlo. Lávalo siempre que lo sientas sucio, si es necesario a diario, no pasa nada, si eliges el shampoo adecuado.

Lavar mucho el pelo o cuero cabelludo seco

Todo lo contrario ocurre en el caso del cuero cabelludo seco o el cabello seco. Si lo lavamos muy a menudo, haremos que desaparezca su capa lipídica. En este tipo de patología aconsejamos limitar los días de lavado a cuando sea necesario y usar productos suaves e hidratantes.

Utilizar productos que no son adecuados para ti

Si tienes el cuero cabelludo seco elige shampoos suaves e hidratantes, no abuses del secador ni de productos astringentes.

Si tienes el cuero cabelludo graso tendrás que usar productos con propiedades antifúngicas y antisépticas que incluyan activos como el zinc, la curbicea o la melaleuca.

Si tu cuero cabelludo es sensible, busca shampoo calmantes que contengan, por ejemplo, menta o eucalipto.

En los cabellos coloreados es mejor utilizar productos sin sulfatos para evitar que el color se pierda.

Si tu cabello es fino, evita las siliconas que le dan más peso y lo aplastan.

Para cuidar el cabello rizado, hay que hidratar y nutrir mucho.