Ubicada en el corazón de las sierras de Córdoba, La Posada del Qenti ofrece un entorno idílico para participar en programas de bienestar que combinan la serenidad de la naturaleza con tratamientos y actividades diseñadas para mejorar la salud física, mental y emocional.

Existe un vínculo esencial entre la salud y el entorno que rodea a una persona; es un lazo invisible que los une y los hace tan imprescindibles como necesarios. Y ahí, en esa fusión vital, yace uno de los secretos que posiciona a La Posada del Qenti como un faro entre las instituciones que buscan mejorar la salud física, mental y emocional de sus huéspedes.

Situado en un rincón privilegiado de las sierras, a tan solo 50 kilómetros de la ciudad de Córdoba, este centro de bienestar médico se distingue por la relación armoniosa que entabla con la naturaleza: los programas de bienestar y los planes médicos se nutren de los beneficios que irradia el paraíso natural que lo rodea.

La Posada abrió sus puertas en 1996, sentando las bases de un modelo de trabajo inédito para la época. Ese enfoque la convirtió en la primera institución médica en nuestro país en abordar el cuidado de la salud desde la prevención y el placer, diseñando planes integrales basados en una exquisita gastronomía saludable, actividad física personalizada, control de estrés con diferentes prácticas y la limitación del consumo de fármacos.

Esa perspectiva se ve potenciada por el monte serrano que la rodea. Las 400 hectáreas de reserva ecológica privada, con arroyos, fauna y flora autóctonas, juegan un rol central en las prácticas médicas diseñadas por los especialistas que integran el staff médico y profesional de la Posada.

Experiencias placenteras

Los programas de bienestar de la Posada del Qenti se nutren de una combinación perfecta entre planes médicos, experiencias placenteras, naturaleza viva y actividad física. En lugar de seguir la rutina de un gimnasio, los visitantes pueden participar en caminatas y otras actividades al aire libre que se integran naturalmente en el paraíso natural.

Así, el círculo virtuoso que conjuga medicina, naturaleza y bienestar, rinde sus frutos. Para el doctor Leiva, estas actividades “no solo mejoran la condición física y la salud cardiovascular, sino que también liberan endorfinas, las hormonas de la felicidad, mejorando el estado de ánimo y proporcionando una sensación general de bienestar”.

Los programas de bienestar de la Posada del Qenti, que incluyen alimentación saludable y prácticas de vida activa, contribuyen significativamente a una mejor salud inmunológica.

Conciencia ecológica y saludable

La experiencia en la Posada inspira, además, un mayor aprecio por el medio ambiente. Al vivir de cerca los beneficios de estar en un entorno natural, los visitantes a menudo desarrollan un sentido de responsabilidad hacia la conservación y la protección de la naturaleza, un cambio de actitud que deriva en comportamientos más sostenibles y una mayor conciencia ecológica.

Ahí, rodeados de chañares, algarrobos y aromitos, siguiendo las huellas de zorros, liebres y caballos, los huéspedes se retroalimentan con el entorno natural mientras mejoran su salud física, mental y emocional.

La reducción del estrés, la promoción de la actividad física, el fortalecimiento del sistema inmunológico, la oportunidad de socializar y el desarrollo de una conciencia ambiental son solo algunos de los beneficios de los programas que ofrece La Posada del Qenti. Allí, en ese rincón mágico de la serranía, donde el bienestar individual se convierte en el primer paso para la construcción de una sociedad más saludable y consciente.