Aunque parezca muy extraño, ¡no tires la corteza de la sandía!, ya que es muy beneficiosa para la salud y es totalmente comestible (así como también lo es, por ejemplo, la de la manzana).

Podés cortarla en cuadraditos finitos y ponerla en la licuadora junto a un vaso de jugo de limón para preparar una bebida muy fresca y rica en aminoácidos como la clorofila y la citrulina, que favorecen notoriamente tu salud cardiovascular y el sistema inmunológico.

De hecho, se ha comprobado que el jugo de sandía reduce el dolor muscular dentro de las 24 horas que se ha realizado una actividad deportiva intensa.

Así que, ahora que sabes esto, no desaproveches ni un gramo de la sandía y comela en su totalidad, ya que te mantendrá sano y fuerte desde la corteza a hasta su delicioso centro dulce.