En esta nota, el Dr. Cormillot nos cuenta los secretos para administrar mejor el tiempo y así dedicarle más a lo que nos hace bien.

Revise si dedica tiempo a: 

• Su subsistencia (salud, alimentación)
• Su protección (seguridad y prevención, vivienda)
• Sus afectos (familia, amistades, privacidad)
• Su entendimiento (educación, comunicación)
• Su participación (derechos, responsabilidades, trabajo)
• Su ocio (juegos y espectáculos)
• La creación (habilidades destrezas)

Si alguna de estas áreas no es atendida debidamente, ya tiene un indicio de por dónde empezar.

Si esta cansado o apático, revise cuál es la actividad que le genera ésa sensación y evalúe cuál es su posibilidad de cambio por otra que le devuelva  la energía y la fortaleza. Excluya enfermedades, falta de sueño o mala alimentación.

Si le cuesta cumplir con sus compromisos, evalúe con qué frecuencia pretende hacer cosas que no lo motivan.

Si se siente desbordado, haga una lista de pendientes, enumere del 1 al 5  según importancia y, en lo posible, delegue. Priorice lo inmediato lo urgente. Si le cuesta vuelva a dividir una gran tarea en partes.

Si siente que hace muchas cosas que no desea, revise sus tareas. ¿Encuentra alguna que lo llene de satisfacción? Si es así, póngala como prioridad N 1. Si todas le parecen obligaciones poco estimulantes, haga una lista de las cosas que posterga y planifique tiempo concreto para hacerlas realidad, de a una por vez.

Recuerde que “lo ideal es enemigo de lo bueno”. Los perfeccionistas invierten mucho tiempo en mejorar lo que está hecho sin que sea necesario. Si es su caso, póngase un límite: corrija su tarea 3 veces como máximo, pase a la siguiente…¡y deje de perder el tiempo!

En su casa y en la oficina:

• Identifique las tareas de rutina y cuáles posterga aunque sabe que debería hacer. Anote estas últimas en un lugar visible y márquelas con rojo. Al lado, especifique día, hora y tiempo en que las cumplirá.

• Invierta tiempo en el orden. Placares, cajones, bauleras, fucheros, carpetas. Papeles acumulados, etiquetas generalistas del tipo “varios” u “otros”, pueden demorarlo a la hora de realizar una tarea.