Los encargados detrás de este descubrimiento son los doctores Lisa Welling y Justin Mogilski, quienes a través de la revista Psychology Today, explicaron que mantener amistad con una persona con la que hubo una relación amorosa quizás no es tan sano como se cree.
“Es someterse a menos apoyo emocional, llegarse a sentir menos útil, menos confiado, y terminas por ya no preocuparte por la felicidad de la otra persona”, reseñó Muy Interesante.
Lo que hay detrás de ser amiga de tu ex
Para validar sus hipotésis, pidieron a 860 sujetos enumerar las motivaciones para seguir hablando con su ex y todos fueron sometidos a investigaciones psicológicas.
De esta manera detectaron que los que optan por este camino, deciden “ser amigos por razones estratégicas, y prefieren relaciones a corto plazo”, según la misma fuente.
Es decir, que lo hacen porque pueden sacarle alguna utilidad a mantener ese contacto. En los hombres, fue predominante la posibilidad de tener sexo en el futuro, mientras que en las mujeres, se trató que todavía se sentían emocionalmente cercanas a ellos.
La mayoría que tenía amistad con exparejas también poseen rasgos oscuros en su personalidad, como ser manipuladores, aunado a sufrir dificultades para dejar ir personas, soltar el pasado y se suelen aferrar a cosas.
De acuerdo con otros expertos esta idea no es del todo descabellada. El doctor Tony Ferretti afirma que los narcicistas “odian fallar o perder, por lo que harán todo lo posible para mantener algún tipo de conexión, ellos tienen dificultades para dejar que se vaya la otra persona”.
No obstante, cada caso es particular y además que los contextos marcan las diferencias, por ejemplo, tener hijos en común donde la comunicación y convivencia sana se vuelven fundamentales.