Las relaciones personales son de lo más complicadas. Al menos, no todas son iguales entre sí y en ocasiones tenemos que tener en cuenta que hay situaciones que harán que terminen de una manera que no esperábamos, aunque en un momento dado nos haga sufrir.
Nos referimos por supuesto a cuando un noviazgo termina de repente, sin que queramos en un principio. Pero como bien sabes, en esta vida no hay mal que cien años dure, y nadie se muere de amor, así que todo pasa y todo llega.
Pero por si acaso ha pasado el tiempo y te preguntas por qué de vez en cuando tu ex aparece rondando en tu cabeza, hoy vamos a hablar de cómo pensar en tu exnovio es algo de lo más común, por mucho que hayas rehecho tu vida y ahora seas feliz, sola o acompañada.
Normalmente, haber compartido tiempo con una persona a la que has amado es algo que es difícil de superar cuando se termina, pero eso no es razón para no superarlo. Pensar en un ex no es algo malo, siempre y cuando tengamos en cuenta que eso es algo terminado y cerrado en nuestra vida.
Por eso, tenemos que ser inteligentes con estos sentimientos que aparecen en nuestra mente. Lo primero que hay que tener en cuenta es que aceptar la situación de que hemos estado tiempo con una persona y que por lo tanto la hemos amado, es algo lógico, por lo que es normal que haya cosas o personas que nos lo recuerden.
Lo segundo, es que no hay que fantasear con los recuerdos, al menos, no demasiado, porque eso puede hacer que nos acostumbremos y no sepamos discernir entre lo que es verdad y lo que es simple ficción.
Y por último, tenemos que aceptar el hecho de que tenemos un pasado, que aunque hayamos pasado página es humano mirar atrás y preguntarnos cómo hubiera sido nuestra vida de seguir con esa persona. Y una vez que lo aceptemos, podemos volver a cerrar el capítulo sin que eso pase factura a nuestro corazón.
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