Solemos pensar que el matrimonio es la unión de dos personas que se aman. No siempre es suficiente. Es importante saber de antemano qué estilo de vida se compartirá.

Varios puntos a tener en claro antes:

• Si ambos desean tener hijos o no, y en el caso de que sí, qué cantidad de hijos.
• Donde les gustaría vivir: quizás uno prefiera la ciudad y el otro el campo.
• La cantidad de dinero de la que la pareja dispondrá para vivir.
• La libertad que cada uno tendrá.
• Cuáles son los hábitos en lo que respecta al dinero: Es bueno chequear con anterioridad las actitudes frente al gasto, ahorro y administración de los recursos para ver si son compatibles.
• Quién se hará cargo de las finanzas y administración del hogar.
• Quién se hará cargo de cocinar, de limpiar la casa.
• En el caso de tener hijos, quién cuidará de ellos, si contratarán una niñera o si uno de los dos se tomará una licencia por maternidad/paternidad. Si será una crianza compartida o con una modalidad más a la antigua en la que la madre se queda en la casa y el padre sale a trabajar.
• Cómo les gustaría pasar su tiempo libre: si tendrán tiempo para actividades individuales sin la pareja o prefieren compartirlo todo.
• Si les gusta viajar: cómo, dónde y con quien les gustaría hacerlo. Hay parejas que les gusta viajar solos, otros con amigos, otros con familiares allegados.
• Cómo será la relación con las familias de origen (madres, padres, hermanos). Si sostendrán relaciones cercanas o no, etc.

Recuerda que con el amor no es suficiente. Surgirán problemas y cuantas más cosas tengan en claro antes, más fácil será la convivencia. Recuerda que tu “alma gemela” es aquel que te hará sentir a gusto la mayor parte del tiempo, aún cuando surjan roces, aún cuando la adrenalina y las “mariposas en el estómago” hayan desaparecido. Es aquel con el cual disfrutas compartiendo tu camino.