Dos de cada diez parejas viven la realidad de la infertilidad. El panorama incierto que esta situación implica usualmente genera ansiedad e incluso desesperanza en los afectados; muchos desisten y pierden la batalla sin haber dado la lucha.

Para el doctor Juan Luis Giraldo, ginecólogo y obstetra especialista en reproducción humana, hay un desconocimiento generalizado en torno al tema, así como invenciones, mentiras y preconcepciones culturales que no hacen bien a quienes pasan dificultades para lograr un embarazo espontáneo.

Por eso decidió escribir el libro guía Buscando un Bebé, de Editorial Norma y que ya va por su segunda edición, para orientar a parejas que enfrentan un diagnóstico de infertilidad. FUCSIA habló con él sobre los mitos que existen en nuestra cultura respecto este problema, en qué momento es necesario consultar y qué hacer antes de buscar un embarazo.

Mitos y mentiras

Surgen por desconocimiento o desinformación y terminan por convertise en cuentos sin sustento científico.

Es un tema femenino:

No hay nada menos cierto; es un tema de pareja, pues hay tantos trastornos en la mujer como en el hombre. Por ejemplo, los relacionados con el semen son causantes del 35 por ciento de los problemas de fertilidad, mientras que en otro 30 por ciento los diagnósticos son compartidos.

Es causada por la ansiedad:

Es un mito. La ansiedad es un efecto de la infertilidad, no la causa. Es tan difícil encontrar una pareja con infertilidad que no tenga ansiedad como una pareja cuya infertilidad sea causada por la ansiedad. Es muy importante que quienes están pasando por esta situación entiendan que tienen derecho a sentirla.

Las pastillas anticonceptivas generan infertilidad:

Todo lo contrario: son protectoras de la fertilidad porque evitan la formación de quistes ováricos y controlan enfermedades que sí tienen que ver con la infertilidad, como la endometriosis. El 90 por ciento de las mujeres que suspenden las pastillas anticonceptivas retoma su función ovulatoria normal en los primeros tres meses; el 10 por ciento que no lo hace lo más probable es que pueda tener de base un trastorno ovulatorio que haya sido enmascarado por las pastillas.

El semen se desperdicia durante la relación sexual:

Eso es lo normal. Luego de una relación sexual lo común es que el semen sea expulsado. ¿Qué pasa con los espermatozoides? Cuando una mujer ovula, produce en todo el canal del cuello del útero el moco ovulatorio (parecido a la clara de huevo y de textura pegajosa) y establece una especie de autopista hacia la cavidad vaginal. En una relación sexual, el semen entra y se genera una interfase líquida entre este y el moco; los espermatozoides pasan muy rápidamente a esa interfase y empiezan a ascender por la autopista. Por eso tampoco es cierto que la mujer deba levantar las piernas después de la relación sexual y dejarlas así por una hora, pues los espermatozoides ascienden rápidamente a la cavidad pélvica, y menos aún que se necesite una posición sexual específica para que sea más efectiva.

Una mujer menopáusica no puede tener hijos:

Antes era un hecho; hoy es un mito. Gracias al avance de la medicina, una mujer menopáusica puede tener hijos mediante la donación de óvulos, el tratamiento de reproducción más eficiente de todos. De hecho, una mujer de 50 años, menopáusica, tiene más chance de embarazarse por donación de óvulos que una mujer de 30 años que sufre un problema de trompas y necesita una fertilización in vitro, porque el útero no envejece al ritmo del ovario, sino de la mujer y una de 50 años tiene un útero perfectamente receptivo a un embarazo.

Un hombre que no tiene espermatozoides en el semen no puede embarazar:

No es verdad. La mayoría de las veces solo es necesario buscarlos directamente en el testículo mediante una aspiración testicular, así que no habría inconveniente.

Los tratamientos de reproducción son muy costosos:

No es cierto. De 100 parejas que tienen problemas de fertilidad, solo 20 necesitan tratamientos de alta complejidad y de alto costo, 80 se solucionan con métodos supremamente sencillos y económicos.

Los tratamientos de fertilidad producen embarazos múltiples:

Es una verdad a medias. Es cierto que esos tratamientos están asociados al aumento en la frecuencia de embarazos múltiples, pero no todos lo son. La posibilidad de que una mujer quede embarazada de mellizos sin haber enfrentado un tratamiento de fertilidad es de 1 en 80 a 1 en 200; con un tratamiento de fertilidad (fertilización in vitro), la posibilidad es de 1 en 5. Se aumenta hasta 50 veces, pero la mayoría siguen siendo embarazos únicos.