– Evita las comidas pesadas antes del masaje, opta por menús más light y equilibrados.
– Prepara la temperatura de la habitación donde vayas a hacerlo, con 25º son ideales. Si la temperatura es demasiado baja, los músculos no se relajaran, sino que el cuerpo estará tenso y no logrará sentir placer o relajación.
– Favorece una atmósfera zen: elegí una luz tenue, apaga el teléfono y evita ruidos o cualquier cosa que perturbe el ambiente. Pone algo de música relajante suave, un hilo de música bastará para conseguir el efecto. También podes hacerte con un difusor de aceites esenciales para que los aromas impregnen el ambiente y creen una atmósfera embriagadora.
– No te olvides de la comodidad: elegí una habitación con una cama cómoda, un sofá o una camilla con almohadones mullidos.
– Hacete con un aceite de masaje de calidad: elegí uno que sea fluido y graso para que se extienda perfectamente por la piel, pero que no quede pegajoso. Evita los aceites refinados, químicos y opta por aceites vegetales biológicos. En cuanto a los aromas podes elegir entre las vastas variedades.
– Sacate las joyas, así vas a evitar arañazos, y cortate bien las uñas también para evitarlos.
– Presta atención a las reacciones de tu pareja y varia la presión en función de sus reacciones o guíate también por su respiración.
– Cambia de técnica, como con movimentos ascendentes y descendentes, circulares, cosquillas, entre muchas más
– Compartí. Hacete masajear a vos después, porque el masaje erótico es un intercambio de sensaciones.
– Dejate llevar por la inspiración. Hacete una lista con los pasos a seguir, intercambia caricias con besos y gestos tiernos según sientas en el momento.
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