Terminar una relación nunca es fácil. Tan solo el proceso y todas las emociones que lo acompañan pueden hacerte sentir que nunca vas a recuperarte y que probablemente morirás con el corazón roto.
¿La buena noticia? Eso no va a suceder. Sobrevivir y superar estas siete fases de una ruptura no sólo es perfectamente normal, sino que también es saludable. Eso sí, prepárate, esto es lo que puedes esperar:
1. Negación:
Aceptar la verdad de que tu relación ya no funciona o que tu pareja ya no quiere estar contigo puede ser difícil. Pero recuerda, por más que seas el durazno más dulce de la cosecha, no todos aman los duraznos, o simplemente prefieren las manzanas. Así que en lugar de revisar tu teléfono cada cinco segundos esperando un mensaje de reconciliación, o incluso peor, ser tu misma la que lo envía, tómate un tiempo para ti misma, apoyate en tus amigos y familiares e intenta encontrar consuelo y apoyo donde puedas (insistimos, no en la cama de tu ex).
2. Rabia
Sí, tienes derecho a sentirte enojada por como se hayan dado las cosas, especialmente si sientes que fue injusto o te sientes traicionada. Sin embargo, ahora mismo te recomendamos encarecidamente apagar el fuego. Hacer algo drástico cuando estás absolutamente furiosa no vale las consecuencias.
3. Tristeza
Siendo honestas, esta es tal vez la peor parte de lomo si revolcarse en tu angustia al estilo de “Elle Woods” no fuera lo suficientemente deprimente, curiosamente justo ahora te estrellarás de frente con todo lo que te acuerda a él. Encontrarás una antigua notica de amor escondida entre las páginas de un cuaderno o inevitablemente siempre que buscas algo en tu celular terminas viendo todo tu rollo fotográfico cargado de lo que fue #CoupleGoals. Claro, tampoco ayuda que no hayas visto a otro ser humano en cuatro días y que estés comiendo únicamente chocolate. Pero en realidad, esta es una de las etapas más saludables de una ruptura. Permítete sentir toda la tristeza ahora, y te resultará más fácil seguir adelante. Confía.
4. Celos y competitividad
Si alguna vez has tenido que pasar por esto, sabes perfectamente a qué nos referimos. Todo comienza con iniciar sesión en las redes sociales de tu mejor amiga para acechar las cuentas de tu ex (que obviamente ya has dejado de seguir)…te obsesionas con su lista de seguidores y te sumerges noventa y dos semanas atrás dentro de la cuenta de cada mujer que le ha dado “like” a sus fotos desde la ruptura …
“Ahora me toca a mi”, piensas. Y empiezas a publicar fotos con la esperanza de que él lo vea. Okay, tal vez sea un poco divertido, pero tenlo por seguro, no es sano. Ten cuidado y suelta. Lentamente. El. Teléfono.
5. Apatía
Esto es, literalmente, no sentir “nada”, como estar atrapada en tu propio cuerpo sin tener sentimientos, emociones o preocupaciones por ti misma o quienes te rodean. En su lugar, estás completamente inmersa en tus pensamientos procesando la nueva información: que la persona que pensaste que era ideal para ti, resulta no serlo. Y por esa razón te sientes completamente vacía por dentro.
6. Aceptación
¿Sabes cuando algo simplemente hace clic? Y, de repente, lo entiendes. Realmente lo entiendes. Y finalmente logras hacer las paces con tu pérdida y, poco a poco, empiezas a sentirte lista para seguir adelante. Tal vez aún no recuerdas a tu ex con una sonrisa en la cara, pero sabes que definitivamente es hora de superarlo. Solo hay una manera de seguir desde aquí y es hacia adelante. O en palabras de Ariana Grande: “Thank you, next”.
7. Esperanza
Ah, la etapa final. ¡Lo lograste! Entre toda la angustia, el “ir y venir” de tus emociones, y la inestabilidad emocional, finalmente has llegado a un punto en el que puedes comenzar a mirar hacia el futuro. Estás lista para volver a intentarlo y sabes que allá afuera está “él”.
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