Usar el tacto
Con tacto, y nunca mejor dicho, tocar al otro y acariciarlo es muy eficaz, pero hay que saber lo que se hace y estar atento a si la otra persona está a gusto con nuestras caricias. Ser torpe con este sentido está muy penalizado en el sexo pero los que aciertan se convierten en auténticos maestros.
Hablar
Mientras más conexión y confianza haya en la pareja mejor se entenderán hablando durante el sexo. Cada persona es un mundo y a cada quien le excitan cosas diferentes. Lo que quedo claro en la encuesta que si funcionan las palabras son mejores que el silencio.
Escuchar
Mantener el oído atento a los estímulos y a las reacciones del otro se reveló como una herramienta muy potente para saber lo que le está gustando al otro y para poder responder a sus estímulos.
Ducharse o tomar un baño en pareja
La sensualidad de los cuerpos húmedos se potencia, la cercanía bajo las aguas siempre trae cierta novedad al sexo que resulta ser excitante para casi todos el mundo. Si todo esto sucede en un ambiente nuevo, la habitación de un hotel, por ejemplo, la cosa promete.
Dedicar tiempo a los preliminares
Es el número uno del decálogo del buen amante. Hay que poner al otro en situación y ponerse uno mismo. Realmente el aquí te agarro aquí te mato solo funciona en parejas que se conoce muy bien, y que normalmente ya han puesto de alguna manera en marcha los prolegómenos antes de encontrarse. Quizás por mensajes de WhatsApp.
Relajarse
Estar tranquilo, relajado y concentrado en el sexo son tres pilares importantes. No tener la cabeza en otra parte y disfrutar de la pareja exigen estar descansado y relajado. Los problemas se dejan fuera de la cama, el teléfono y la computadora también.
Generar confianza
Tenes que confiar y dejar que el otro confíe en vos. Si esto no sucede es difícil que las barreras defensivas que todos tenemos caigan y permitan que nos entreguemos al placer y a hacer y dejar hacer al otro.
Disfruta de acceso ilimitado a más de 100 notas sobre belleza, horóscopo, moda y tendencias!
Suscribirme