Hoy es un día que, al finalizar de la rutina uno debería preguntarte, ¿por qué no ponerle un poco de emoción, erotismo y placer a tu rutina? El día no tiene porqué finalizar cuando terminas con tus temas personales. Es más, es el momento ideal para empezar a disfrutar de ti misma. Recuerda que vives con él y eso hay que aprovecharlo. Probablemente él también haya tenido un día igual o más cansado que el tuyo, así que jugarán en igualdad de condiciones.
Quizá a veces se te olvida, pero te gusta sorprenderle, sentirte guapa, sexy, saber que desprendes erotismo y le seduces. Pero tranquila, tienes la solución al alcance los 363 días del año. Solo necesitarás tener a mano unos pequeños complementos para potenciar todavía más la sorpresa:
Lencería sexy; ten en cuenta que sentirte guapa y sensual será el 90% de tu éxito.
Velas aromáticas; ideales para crear un ambiente de pasión.
Chocolate o alguna fruta; no hay mejor juego que comerse mutuamente.
Esposas; por si se porta mal y hay que castigarlo.
Todo muy fácil de conseguir y muy inspirador. Enciende las velas y deja que el calorcito y el aroma afrodisíaco de estas empapen toda la habitación. Ponte lencería y cúbrete con una de sus camisas. Es ideal ya que no podrá ver lo que escondes detrás y quitarla no te costará tiempo ni esfuerzo.
Ponle las esposas para que solo pueda tocar cuanto tú quieras. Empieza a lamer su torso cubierto con lo que quieras, y a acariciarlo. Insinúate con suaves movimientos sensuales, y comienza a desatarte muy lentamente la camisa. Se volverá loco cuando empiece a ver lo que escondes.
Cuando ya estén a tono, desátalo para que pueda agarrarte. Y a partir de ahí, dejense llevar por lo que les pida el cuerpo. Pasarán una noche increíble, y empezaran el siguiente día con una enorme sonrisa. Sorpresa, se acabaron los días aburridos y la monotonía.
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