Los ejercicios de kegel, como los conocemos actualmente, fueron desarrollados en 1940 por el ginecólogo Arnold Kegel, quien solía recomendar a las parejas ejercitar el suelo pélvico para prevenir problemas de salud. En las consultas descubrió qué las mujeres que practicaban los ejercicios con regularidad, alcanzaban el orgasmo con más facilidad, frecuencia, e intensidad.
Beneficios de practicar los ejercicios de kegel
Fueron creados para mujeres que tenían problemas de incontinencia urinaria por la edad, recuperación postparto, secuelas de alguna cirugía. Se han descubierto más beneficios al practicarlos como:
– Te ayudarán a obtener resistencia para el orgasmo.
– Controlar la erección y cuánto puede durar la misma.
– Fortalecer los músculos del suelo pélvico.
– Control y apertura de la vejiga.
– Mejoran la circulación sanguínea de la vagina.
¿Cómo se hacen los ejercicios kegel?
Localizar los músculos del suelo pélvico: El método más sencillo es detener el flujo urinario. Cuando quieras orinar frena el flujo, relaja y contrae determinados músculos para retener la orina, esos músculos son los que tienes que fortificar. Tienes que sentir como se contraen, de esa manera sientes el suelo pélvico.
Recomendaciones para su práctica
– Para practicarlos necesitas tener la vejiga vacía, puedes hacerlo parada o sentada. Lo ideal es que contraigas los músculos y los mantengas durante 6 a 8 segundos, luego relajas y cuentas hasta 10.
– Es recomendable repetir 10 veces, 3 veces al día.
– Es importante mantenerse relajada mientras prácticas los ejercicios.
– Intenta no practicarlo cuando estás orinando ya que puede tener un efecto contrario.
– Los puedes practicar en cualquier lugar, ya que nadie sabe que lo estás haciendo, no requiere ninguna ayuda de las manos.
Otros beneficios
Pueden ayudar a que tu pareja también tenga una mejor experiencia sexual, al sentir la vagina más fuerte y flexible. Algunos hombres han informado que pueden alcanzar el orgasmo notando la contracción vaginal de su pareja.
– Otorga mayor control sobre tu cuerpo y tu vida sexual.
– Aumenta tu seguridad y autoestima.
– Beneficia que tengas mejor calidad y más cantidad en tus relaciones sexuales, lo que va a aumentar tu niveles de oxitocina y dopamina, sustancias químicas qué provocan sensación de satisfacción y bienestar.
El fortalecimiento de la zona puede llevar algún tiempo para algunas personas, pero si lo prácticas regularmente deberías notar una mejora en la fuerza del suelo pélvico de 4 a 6 semanas. Comenzar con la práctica sería muy recomendable, ¿no lo crees así?
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