Tres técnicas para dejarlo sin aliento

El balanceo tibetano

A pesar de que se necesita mucho estudio para ponerlo en práctica, el balanceo tibetano es una de las técnicas que, controladas, da unos de los resultados más placenteros. Arte milenaria practicada por muchas culturas, tiene un funcionamiento cercano al Tantra, que conecta cuerpo y alma para maximizar el placer en las relaciones sexuales.

Básicamente, se trata de que el hombre se siente como un indio y la mujer se coloque encima, enroscado las piernas en su torso. Una vez se produzca la penetración, la técnica consiste en ‘compartir respiraciones’, es decir, acompasar la respiración con el movimiento de la pelvis. Según dicen, el placer se intensifica enormemente si se consigue controlar esta técnica.

La pinza Birmana

Una de las técnicas sexuales exóticas más conocidas es sin duda la ‘pinza Birmana’. Aunque se dice que muy pocas mujeres saben practicarla correctamente, lo cierto es que se trata de una de las técnicas que más curiosidad suscita. Se trata, básicamente, de una técnica cuyo objetivo principal es satisfacer al hombre durante la relación sexual a través de un masaje especial en su pene.

Este puede practicarse, sobre todo, de dos formas principalmente: primero, ejercitando y usando los músculos de la vagina, con contracciones, por ejemplo, para masturbar al hombre, aunque también puede hacerse realizando este mismo masaje con los pies.

Felación a la carta

Es una de las prácticas más extendidas en los prostíbulos asiáticos. ¿En qué consiste? Básicamente, en proponer ‘felaciones’ a la carta, idea que podemos trasladar también al cunnilingus. Básicamente, antes de realizar el sexo oral se pueden consumir una serie de alimentos que intensifican el sexo oral, ya sea por su efecto ‘burbujeante’, por el efecto frío o calor.

Dentro de esas categorías, existen algunos que se han convertido en los más populares: los cubitos de hielo, lo caramelos mentolados, las infusiones de menta, o intercalar la felación con sorbitos de una coca-cola con hielo.