La infertilidad tiene su origen en diversas causas que difieren en el hombre y en la mujer. Centrándonos en los casos femeninos, hay que destacar algunas enfermedades que pueden imposibilitar la reproducción o dificultarla hasta tener que pedir ayuda a los profesionales de la reproducción asistida. La más conocida es la endometriosis pero tenemos que recordar el síndrome del ovario poliquístico, los fibromas uterinos y los desajustes hormonales de la glándula tiroide.
Otra razón es la escasa reserva ovárica de algunas mujeres, que ven agotarse sus óvulos antes de las edades propias de la menopausia. En este caso también se puede acudir a la ayuda de los llamados TRA. Una vez realizado un estudio de fertilidad el ginecólogo avisará si es que pueden verse comprometidas las posibilidades futuras de ser madre. Por el contrario, si la reserva ovárica es buena, es el momento ideal para vitrificar los óvulos.
Si acudimos a las causas externas que impiden tener el deseado bebé, tres son las que más están siendo señaladas en los últimos años: el estrés, la mala alimentación y la contaminación. Sobre el primero ya venimos advirtiendo a las embarazadas de la necesidad, sobre todo en los últimos meses, de descansar, de cuidarse y de gestionar bien los tiempos del día a día. Es decir, trabajo sí, pero siempre que no perjudique ni a la salud de la madre ni a la del bebé.
La alimentación dependerá siempre de las analíticas de cada mujer. Habrá que tener en cuenta sus antecedentes previos y, sobre todo, si existe diabetes o si los análisis realizados durante la gestación descubren la diabetes gestacional. En cualquier caso, siempre estará bien controlar el azúcar, que puede conducir en exceso a un sobrepeso insano y cualquierelemento tóxico que se tome.
En este sentido, consideramos tóxicos, el alcohol y el tabaco. En varios estudios se ha demostrado que el abuso del alcohol o su ingesta frecuente incide en la calidad del esperma del varón y en peores resultados en la estimulación ovárica e implantación femenina. También influye en las tasas de aborto.
El tabaco afecta al proceso de maduración de los folículos de los ovarios y a la calidad embrionaria. El tabaquismo puede adelantar la edad menopáusica entre uno y tres años.
Otros agentes tóxicos que influyen en la capacidad reproductiva son la contaminación ambiental y algunos agentes tóxicos con los que convivimos en el día a día: algunos plásticos, productos químicos, industriales y pesticidas.
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