Cuando las cosas comienzan a derrumbarse con tu pareja, es mejor que hagas una pausa para entender lo que realmente quieres.

Algo dentro de ti está cambiando ahora mismo y lo que en algún momento de hizo feliz y poderosa, ahora te está haciendo dudar. Sé lo difícil que es pretender que todo está en orden cuando por dentro te estás derrumbando pero es momento de que recuerdes todo lo que mereces.

Quizá todo comenzó como un sueño, te veías con esa persona por el resto de tu vida pero ahora estás agotada y parece que te esfuerzas por estar ahí. No siempre pasa algo malo, a veces simplemente dejas de sentir esa magia y no tienes que culparte por ello.

Los seres humanos somos tan cambiantes que no es de extrañarse que con el tiempo replantees ciertas metas según vas alcanzando otras o enfrentando dificultades que te obligan a cambiar el rumbo.

A veces nuestras expectativas respecto al futuro cambian, nuestras metas se transforman y surgen oportunidades inesperadas que cambian nuestra forma de pensar. Y cuando todo eso cambia, dejamos de ser compatibles con la relación que tenemos en ese momento.

Quizá el ritmo acelerado de vida que llevamos y la constante presión social sobre «tener a alguien», nos ha llevado a conformarnos con menos de lo que merecemos. Nos quedamos con migajas de amor y terminamos idealizando a quien no nos garantiza un futuro.

Sostener ese peso sobre tus hombros hace que sientas que el amor es más complicado de lo que realmente es. Cuando te veas en esta situación, recuerda esto:

1. Es válido alejarte de una relación que te agota constantemente y te hace cuestionar todo. Cuando estás en una relación, la comunicación siempre será clave para aclarar las cosas que les incomodan del otro pero si sientes que hay una barrera que no estás logrando derribar, entonces te llenarás de dudas.

2. Eres una mujer fuerte y nunca deberías sentir la necesidad de perseguir para llamar su atención. Si tienes que forzar una relación, entonces no es la persona correcta. Quizá has empezado a dudar porque sientes que estás dando más de lo que recibes, más allá de las cosas materiales. El interés, el cariño y el respeto tiene que ser de ambas partes.

3. Si tienes que forzarte a creer que eres feliz, tal vez es una relación que no está destinada a ser. Cuando comienzas a sentir que no estás tan satisfecha como antes, tratas de convencerte que tienes que esforzarte por ver el lado bueno, no importa si no estás de acuerdo con ciertas acciones y actitudes. La realidad es que no tienes que fingir. Si tienes que esforzarte por estar de acuerdo con cosas que realmente no estás, déjalo ir.

4. Deja de aferrarte al hecho de que va a cambiar. Quizá hay ciertas actitudes de tu pareja que te han hecho cuestionar el rumbo de tu relación. Sin embargo, el tiempo que has invertido en ella te ha hecho pensar que eventualmente cambiará. Si las cosas son claras entre ustedes, es casi seguro que puedan llegar a un acuerdo por el bien de ambos pero la verdad es que las personas no cambian. Si es egoísta ahora, seguirá siendo egoísta diez años después. En algún momento, sólo tienes que aceptarlo y encontrar a alguien mejor para ti, alguien a quien no tienes la necesidad de cambiar.

5. Mereces un amor que te complemente, no uno que te haga sentir incompleta. Quien no es para ti te hará sentir que caminas sobre una cuerda floja, en la que sólo te la pasas tambaleando en espera de una señal que te garantice que te ama. Los amores incompletos duelen y no te dejan avanzar porque sólo te estancan en un mar de incertidumbre.