¿Te apetece innovar y hacer el amor en un sitio que no sea la cama? Entonces esto te interesa: te proponemos las mejores posturas para practicar sexo en la ducha.
Que no te quepa duda que la ducha es uno de los lugares más sensuales donde hacer el amor. Además, es un lugar perfecto si estás buscando innovar en tus relaciones sexuales y salir de la rutina. Estamos demasiado acostumbrados a practicar sexo en la cama, pero hay muchos otros lugares en casa en los que puedes disfrutar con tu pareja.
En este caso nos centraremos en el baño y, en concreto, en la ducha. En ella podréis utilizar el jabón para comenzar con los preliminares y después darle rienda suelta a vuestra imaginación bajo el agua. ¿El truco? Puedes sorprender a tu pareja mientras se esté duchando y entrar sin que se dé cuenta. No tenerlo planeado puede suponer un chute de pasión para vuestra vida sexual.
¿Te animas? Más adelante te explicamos con detalle cuáles son las 10 mejores posturas para practicar sexo en la ducha, pero antes puedes verlas tú misma. Ya se sabe que una imagen vale más que mil palabras… ¡feliz baño!
Para esta postura se necesita fuerza y equilibrio, una vez dominada esta fase lo bueno está por venir. En esta posición la chica entrelaza sus piernas a la cintura de él, lo que permite que el placer se multiplique por diez ya que permite una penetración más profunda.
Si el suelo de la ducha es lo suficientemente grande no dudes en ponerte a cuatro patas. El riesgo de resbalaros y tener una caída disminuye mientras va aumentando el placer. Es mejor si en vez de en un plato de ducha se hace en la bañera. Y para cuando salgáis te proponemos que disfrutéis del sexo con los cinco sentidos.
La puesta en escena es la siguiente, en primer lugar necesitaréis un taburete dónde él pueda sentarse,a partir de aquí todo es muy sencillo, ella se sienta sobre él y comienza el momento de pasión. En realidad esta postura puede realizarse en cualquier asiento. ¿Tienes otra idea?
El lobo es una de las posiciones más convenientes para hacer en la ducha. Ambos estáis de pie y él desde atrás te sujeta mientras ella se introduce el pene suavemente. ¡La diversión está asegurada! ¿Habéis probado hacerlo al ritmo de la música? Prueba con nuestra selección de canciones perfectas para este momento.
En esta postura estáis frente a frente, y no requiere equilibrio por lo que es más segura que otras. La pierna de él está entre las tuyas y vuestras manos están libres para que deis rienda suelta a vuestra imaginación. Los besos y abrazos en esta postura son fundamentales.
Esta posición comienza con tu espalda apoyada en la pared y las piernas rodeando su cintura, mientras él te sujeta por las caderas o por el trasero, en función del movimiento que queráis hacer. Eso sí, en esta postura las riendas las lleva él, así que ¡déjate llevar! Y si quieres ir un poco más allá en el juego de la dominación y sumisión, te recomendamos que pruebes con algunas de estas posturas increíbles para hacer el amor atados.
Esta posición es igual que la que hacéis en la cama, ella encima tomando las riendas del asunto pero con el plus de estar mojados en la ducha, lo que implica mucha más movilidad.
Cuando la ducha es pequeña hay que adaptarse pero ¡ojo! Se trata de una postura solo apta para los más flexibles. Eso sí, la penetración es más profunda y en esta posición tienen cabida los besos más apasionados. Si la ducha se os queda pequeña, podéis probar todo lo que da de sí vuestra casa con las mejores posturas del kamasutra.
Esta posición es ideal para todas aquellas que tienen complejo de gimnastas, con mucho equilibrio y con ayuda de él, colocar la pierna sobre su hombro. Una vez conseguida la posición, el placer es mucho mayor, agárrate a su cuello para no perder el equilibrio.
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