La fruta es una de las bases de la alimentación saludable, y en verano sus sabores, texturas y formas se vuelven aún más atractivas. Además de hidratar y nutrir, las frutas ayudan con la fibra para mantener un buen tránsito intestinal y para dar mayor sensación de saciedad, de aquí que también sean nuestras aliadas a la hora de querer perder esos kilos de más.
Si la fruta se consume fuera de las comidas no solo se favorece una buena digestión sino que también se propicia una mejor absorción de los nutrientes. Por ello, el consejo es consumir la fruta sola lejos de las comidas.
Entonces, si lo que se quiere es adelgazar, la mejor hora del día para tomar fruta de manera efectiva es en el desayuno. ¿Por qué?, por que los hidratos que contiene serán un aporte de energía para el resto de la jornadas, hidratos que se irán quemando con la actividad que se vaya haciendo.
También puede ayudar el ingerir la fruta antes de comer, en lugar de en el postre. Esto no es tanto por cuánto engorde, que es lo mismo, pero sí por su poder saciante. El alto contenido en fibra de la fruta dará la sensación de estar lleno y luego se comerá en menor cantidad.
La fruta es un alimento muy recomendable si se combina con ejercicio. Si lo que se busca es adelgazar, entonces habrá que consumirla en ayunas para favorecer su digestión y antes de hacer deporte. Otra buena opción es consumir fruta después de la actividad física, ya que ayudará a reponer los depósitos de glucógeno que se han quemado. Eso sí, siempre combinándola con un alimento rico en proteínas.
No obstante, a partir de las 8 de la tarde se debe evitar el consumo de fruta, ya que el metabolismo se ralentiza digiriendo peor la cantidad de azúcares que contienen, aumentando su nivel calórico y dificultando así la pérdida de peso.
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