Conocemos los múltiples beneficios de las frutas y las verduras, pero para que los beneficios sean plenos, debemos eliminar los posibles rastros de sustancias y contaminantes que puedan quedar en los alimentos como consecuencia de los distintos procesos (almacenaje, transporte…) por los que pasan antes de ser consumidos.

1. Es altamente recomendable no lavar frutas y verduras justo antes del momento de comerlas o prepararlas por lo que lo primero será lavar muy bien los utensilios de cocina que se vayan a utilizar. De este modo será posible evitar ingerir compuestos como el óxido.
2. A la hora de lavar tanto frutas como verduras, hazlo con abundante agua destilada y fría evitando el uso de cualquier tipo de jabón, cloro y productos químicos en general. Otra opción es la limpieza de estos alimentos rociándolos de spray con una solución a base de una taza de vinagre diluida en tres de agua.En el caso de las verduras de hoja verde, deben permanecer en remojo en un colador y bajo el grifo con abundante agua fría para eliminar cualquier tipo de residuo. Los tubérculos por su parte, necesitan una mayor cantidad de tiempo a remojo para poder eliminar toda la tierra de la superficie.
3. Para que la higiene de los alimentos sea completa, es recomendable que al eliminar la cáscara vuelvan a ser lavados puesto que al pelarlas es posible que alguna de las bacterias presentes en la cáscara pasen a contaminar el resto de la fruta.