A la hora de aprovechar al máximo las frutas, debemos tener en cuenta las frutas climatéricas que son aquellas que una vez recolectadas siguen madurando. Entre estas frutas se encuentran la manzana y el kiwi: pueden quedarse a temperatura ambiente hasta una semana, pero después de este tiempo hay que guardarlas en la heladera.
Por otra parte, están las frutas no climatéricas. Estas necesitan permanecer en la planta para lograr su madurez. Si se retiran antes, puede que no maduren bien. Entre estas se encuentra el ananá, la uva y los frutos rojos. En estos casos se recomienda lavar las frutas profusamente, desinfectarlas si se comen con cáscara y meterlas a la heladera porque maduran más rápido expuestas a luz solar o a temperatura de 18 grados.
Por otro lado, teniendo en cuenta el grado de madurez, se sugiere definir los espacios para guardarlas. Hay frutas que despiden más gas etileno y pueden hacer que otras frutas maduren más rápido. Bananas y naranjas deben ir separadas de manzanas y peras.
En el caso de que las frutas maduren muy pronto, hay que guardarlas en el freezer en bolsa de plástico para que no se echen a perder. Por ejemplo, ananá en trozos o banana sin cáscara entera en envase hermético.
Disfruta de acceso ilimitado a más de 100 notas sobre belleza, horóscopo, moda y tendencias!
Suscribirme