A medida que cumplimos años, los órganos del cuerpo experimentan cambios. Las arrugas de la piel y las canas, los signos externos más evidentes, no son nocivos.
En cambio, la pérdida de memoria, la debilidad ósea o la disminución auditiva y ocular que deteriora la comunicación sí afectan sobremanera la calidad de vida.
5 SUPERALIMENTOS CONTRA EL ENVEJECIMIENTO
A continuación hemos seleccionado diez que aportan sustancias que ayudan al organismo a envejecer bien:
1. LA NUEZ, PROTECTORA DEL CORAZÓN Y DEL CEREBRO
Es uno de los frutos más ricos en ácidos grasos omega-3, grasas «buenas» vitales para proteger las membranas celulares, equilibrar los lípidos, evitar procesos inflamatorios asociados a la edad y reducir la agregación plaquetaria que provoca las trombosis. Unas 5 nueces (15 g) cubren el 20% de las necesidades diarias de omega-3.
2. ZANAHORIA, CAMPEONA EN BETACAROTENOS
La humilde zanahoria es el alimento más rico en betacarotenos: 8,332 mcg por cada 100 g (alrededor de 1,1 mg de vitamina A). Quizá por ese motivo dio nombre a estos compuestos tan valiosos para la salud.
Los betacarotenos son antioxidantes que en el organismo se transforman en vitamina A, necesaria para la salud visual, la piel, las mucosas y la inmunidad.
Comer 100 g de zanahoria al día ayuda a preservar la retina y previene la pérdida de agudeza visual debida a la degeneración de la mácula, causa frecuente de ceguera en la tercera edad. Aunque por lo general se recomienda comer los vegetales crudos para no perder sus nutrientes con la cocción, los carotenos de la zanahoria se mantienen e incluso se absorben mejor si está cocida o guisada
3. EL KÉFIR, UN EFICAZ ALIADO DEL INTESTINO
Los alimentos fermentados como el kéfir o el tempeh constituyen fuentes naturales de probióticos, es decir, bacterias que contribuyen a mantener un equilibrio sano de microorganismos en el intestino.
Estas bacterias llevan a cabo importantes funciones en el organismo, entre ellas la de absorber ciertos nutrientes y la de fabricar algunas vitaminas del complejo B y la K. También ayudan a mantener el colesterol a raya, estimulan el sistema inmunitario, impiden que proliferen excesivamente hongos y bacterias patógenas y reducen la inflamación intestinal.
4. ARÁNDANOS, PODER ANTIOXIDANTE
El mirtilo o arándano es una de las frutas más ricas en antocianósidos, un flavonoide de gran potencia antioxidante que ayuda a mejorar la microcirculación ocular y cerebral. Contiene también mirtilina, ácidos orgánicos, taninos y vitaminas A y C.
Actúa como antiséptico urinario, antiinflamatorio y antialérgico (con capacidad para inhibir la liberación de histamina). Ejerce un efecto hipoglucémico, ayuda a reequilibrar la flora intestinal y detiene la filtración de sustancias nocivas a través de las paredes de los capilares del cerebro.
Los arándanos azules son los más recomendables para proteger el sistema circulatorio y la vista, mientras que los rojos resultan más efectivos frente a las infecciones urinarias y digestivas.
5. SEMILLAS DE SÉSAMO PARA EL EQUILIBRIO NERVIOSO
Con los años, la glándula pineal o epífisis disminuye la secreción de melatonina, la hormona reguladora del sueño. Otra hormona que también desciende con la edad es la serotonina, un neurotransmisor que produce sensación de bienestar y equilibrio.
Las semillas de sésamo son muy ricas en triptófano, el aminoácido precursor de estas hormonas y, por lo tanto, son excelentes para frenar los procesos degenerativos del sistema nervioso. Constituyen también un nutriente de primer orden para los huesos, pues aportan gran cantidad de calcio (2 cucharadas equivalen a una taza de 250 ml de leche entera).
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