La dieta del ayuno intermitente es una práctica alimentaria ancestral que resurge en estos tiempos como una opción más para abordar el tratamiento en pacientes con obesidad. Qué es el ayuno intermitente parece nunca quedar claro, en síntesis consiste en fraccionar el día en períodos donde no se consume ningún alimento sólido o que aporte calorías, y otro período de tiempo en el que se ingieren todas las calorías necesarias. Por supuesto que existen otras dietas, como la Low Carb -baja en carbohidratos- y la dieta Keto -régimen lo suficientemente alto en grasas y bajo en carbohidratos como para desencadenar en el cuerpo el estado de cetosis- que generan algunas controversias en el mundo científico. Hoy en los medios de comunicación y las redes sociales abundan este tipo de dietas pero siempre hay que realizarlas con un seguimiento profesional, porque mal hechas o en personas contraindicadas resulta peligroso. Sin embargo, algunas investigaciones muestran los beneficios del ayuno intermitente por la restricción calórica en los períodos de ayuno; ya que activa el metabolismo y produce la disminución del apetito, los niveles de azúcar en sangre y el riesgo cardiometabólico. 

Cuestión de tiempo

El ayuno intermitente propone repensar la alimentación en períodos de ayunos más largos que van de 12 horas de ayuno a 18 horas. Si se piensa una alimentación con estas características, personas que normalmente no tienen apetito en la cena o el desayuno podrían ser candidatos perfectos para practicar el ayuno intermitente. Es importante destacar que resulta vital elegir inteligentemente qué alimentos sí ingeriremos el resto del tiempo que no estemos en ayunas; por eso resulta clave el acompañamiento de un profesional. En los períodos de ayuno podemos incorporar líquidos, infusiones, hierbas, mate, té verde… pero también debemos cuidar el control de la ansiedad, el descanso, el ejercicio físico y las elecciones alimentarias conscientes. Actualmente vivimos en un mundo inmerso en un estilo de vida sedentario en el que tenemos alimentos disponibles todo el tiempo. 

Ayuno intermitente pros y contras

El ayuno intermitente, controlado y supervisado, trae beneficios para el organismo. Uno de ellos se debe a que produce un cambio en la fuente de energía para nuestro organismo ya que, como no tiene glucosa procedente de los alimentos, utiliza como fuente de energía las reservas de triglicéridos. Otro de los beneficios del ayuno intermitente es que se produce un aumento de la hormona de crecimiento, que va descendiendo con el envejecimiento, lo cual favorece el mantenimiento de la masa muscular y la densidad ósea. Además, se relaciona con un menor riesgo de contraer enfermedades y promueve la longevidad. Sin embargo, es importante realizarlo a consciencia, con un profesional y entender que ayunar no significa no comer, sino distribuir las calorías que necesitamos ingerir en períodos de tiempo diferentes a los que estamos acostumbrados. Cada vez más dietas circulan en los medios, y es importante aclarar que lo que funciona para uno quizás no es es útil para otro. Está no es la única posibilidad de tratamiento para descenso de peso así que es clave el asesoramiento con un profesional.