Ficha nuestra selección de trucos caseros para el hogar. Son fáciles, rápidos, efectivos y económicos.
Son numerosos los trucos caseros que existen para solucionar, de forma fácil y rápida algunos problemas comunes que pueden darse en el hogar. Desde MujerdeElite te ofrecemos soluciones, consejos e ideas de lo más sencillas, prácticas y eficaces para que cuando llegues a casa te dediques a disfrutar de ella, ¡toma nota!
Una de las tareas más temidas es el momento de “la plancha”. Si estás haciendo la limpieza en profundidad de cada año, no te acalores planchando las cortinas. La solución para que no se arruguen es colgarlas directamente tras sacarlas de la lavadora (centrifugadas). El propio peso de la cortina hará que se estire y no necesitarás plancharlas.
Además, si quieres que los visillos recuperen su apresto, añade al último aclarado cuatro cucharadas de azúcar.
Si no tienes a mano almidón y necesitas darle cuerpo a alguna de tus prendas, solo tienes que aclararlas en una solución de agua azucarada y después plancharla cuando aún esté húmeda.
Dejar los cristales impecables puede requerir tiempo y esfuerzo. Prueba con este sencillo truco y te sorprenderán los resultados: corta una cebolla por la mitad y frótala sobre el cristal. Cuando veas que la cebolla está sucia, corta una fina rodaja y sigue limpiando. Los cristales te quedarán perfectos sin necesidad de recurrir a productos químicos que contaminan el planeta.
Para que los cristales queden impecables, límpialos con una mezcla de medio litro de agua, un cuarto de litro de amoníaco y otro cuarto de litro de alcohol de quemar. Sécalos con papel de periódico arrugado. El resultado es inmejorable.
Si los cristales necesitan un buen repaso y se ha terminado tu limpiacristales habitual, no te preocupes, puedes fabricar uno muy eficaz y económico en apenas unos segundos. Añade a un cubo con agua tibia, media taza de amoniaco, media de vinagre blanco y dos cucharadas de maicena. Limpia con esta solución los cristales, quedarán perfectos.
Los marcos de aluminio o de hierro de las ventanas quedan impecables si para limpiarlos se utiliza suavizante para la ropa. Te sorprenderá el resultado.
Una manera muy sencilla de limpiar los objetos de PVC es pasarles un paño impregnado en alcohol de quemar. Después se dejan secar al aire. Quedan impecables.
Limpia los jarrones añadiendo un puñado de arena o sal en ellos. Después llénalos con lavavajillas diluido con agua y agita. Dejar actuar durante toda la noche. Al día siguiente bastará lavar el jarrón con un jabón suave, aclarar bien y secar.
La plata cuando no se usa a diario, ennegrece. Para que los objetos de plata queden relucientes, bastará sumergirlos en el agua de cocción de patatas con piel. Después de unos minutos, seca bien y abrillanta frotando con un paño impregnado en alcohol de quemar. Otra solución es aplicar con un algodón pasta de dientes en toda la superficie. Deja que actúe durante una hora y después retira con un algodón humedecido en agua.
Si quieres que tus objetos de plata queden muy brillantes, déjalos sumergidos al menos 3 horas en el caldo de cocción resultante de cocer espinacas. Después, seca con un paño suave.
Otra solución para limpiar la plata eficazmente y además dejarla más brillante que nunca: mezcla en un cuenco un poco de agua con bicarbonato hasta obtener una pasta espesa. Frota con ella los objetos de plata, también anillos y pulseras, aclara después con abundante agua fría. El resultado es impecable.
Para que tu cubertería y objetos de plata duren más tiempo limpios, tras limpiarlos con el producto adecuado y sacarles brillo, rocíalos con laca para el cabello. Haciéndolo así conseguirás prolongar su limpieza mientras están guardados. En el caso de las cuberterías, recuerda enjuagar bien antes de usar.
Para conservar en perfecto estado y limpiar eficazmente los objetos de bronce, nada mejor que pasarles un paño empapado en vino tinto caliente. Posteriormente secar con un paño limpio.
Para abrillantar tus objetos de bronce, frótalos con un poco de aceite vegetal o betún aplicado con un paño.
Si descubres que tu vajilla de porcelana está amarillenta, podrás recuperar su blancura dejando las piezas en remojo en agua con unas gotas de amoniaco durante 1-2 horas. Después, aclara y seca con un paño suave que no suelte pelusa.
Otro truco muy efectivo es limpiarla con soda. Si además está algo amarillenta, frótala con sal y pasa un paño suave para sacar brillo.
Si lo prefieres, tras lavar las piezas de cocina de porcelana con el detergente habitual, déjalas unos minutos a remojo en agua templada con el zumo de un par de limones. Seca bien con un paño suave. Brillarán.
Si quieres recuperar el brillo y esplendor de tu vajilla, dejándola como nueva, sólo tienes que ponerla en remojo en agua con bicarbonato durante un mínimo de 2 horas. Luego, aclara con abundante agua.
Si prefieres usar el lavavajillas, añade dos o tres cucharadas de bicarbonato al detergente que utilices habitualmente y verás lo bien que queda.
Pon en práctica este truco con cierta frecuencia para que tu vajilla siempre esté impecable. Es realmente económico, ecológico y muy efectivo.
Si el lavavajillas se ha estropeado y te has retrasado algún tiempo en fregar fuentes y platos, es más que probable que presenten restos de comida resecos adheridos difíciles de eliminar por completo.
Para que la suciedad se despegue prácticamente sola y sin esfuerzo, vierte un chorrito de buen lavavajillas concentrado en cada uno de tus platos o fuentes y unas gotas de agua caliente. Mueve los platos y recipientes para que la solución se extienda por toda la superficie. Deja actuar entre 5 y 10 minutos y posteriormente lava como de costumbre con una esponja. Los restos se despegarán con suma facilidad.
Para separarlos sin que se rompan, vierte agua fría en el de arriba mientras se mantiene sumergido el de abajo en agua caliente.
Además, para evitar que al verter algún líquido muy caliente en un vaso o copa de vidrio/cristal se rompa, coloca una cuchara de metal en el vaso antes de verter el líquido.
Para limpiar eficazmente el mármol, pasa por la superficie medio limón y después frota con un paño humedecido en agua tibia con jabón neutro. Aclara con agua fría. El último paso es sacar brillo para que quede reluciente. Para ello, basta que frotes suavemente con un paño y unas gotas de aceite, aunque también quedan impecables si las frotas con leche corporal para niños.
Para recuperar el brillo del mármol, frótalo con un paño empapado en agua oxigenada. Deja actuar 5 minutos y aclara con agua fría. Después, sécalo bien con un trapo limpio y seco.
Disfruta de acceso ilimitado a más de 100 notas sobre belleza, horóscopo, moda y tendencias!
Suscribirme