Cuando organizamos una boda, son muchos los aspectos que tenemos que tener en cuenta. Está claro que no se puede controlar todo en esta vida, pero sí hay cosas a las que nos podemos adelantar, sobre todo cuando somos nosotras mismas quienes preparamos este día tan especial. Hoy hablamos de las situaciones que pueden ocurrir el día del enlace y a las que tenemos que adelantarnos en la medida de lo posible.
Cambios bruscos de temperatura
No podemos controlar el tiempo con una varita mágica, pero sí podemos tener en cuenta un plan B por si hiciera una temperatura desagradable para los invitados, y también para los propios novios, por supuesto. El calor sofocante, el frío o el viento así como la lluvia no se pueden evitar, pero sí paliar de alguna manera. Reserva espacios para cada situación o ten en cuenta accesorios o complementos para los invitados.
Invitados que no se pueden ni ver
Puede pasar que algunos invitados pueden tener rencillas con otros, ya sea por cuestiones familiares, amorosas o decepciones de amistad. Las bodas hasta este año congregaban a mucha gente y es lógico que haya alguna fricción previa. No puedes conseguir que todo sea de color de rosa, pero sí que esto no te cause sufrimiento. Simplemente siéntalos lejos los unos de los otros.
Problemas con el menú
No todos los invitados tendrán alergias, pero seguro que alguno de ellos sí. Para evitar cualquier tipo de drama hay que preguntarles uno a uno si tienen algún problema alimenticio. No se trata de elaborar un menú a la carta al puro estilo ‘me gusta, no me gusta’, sino saber si alguien podría tener algún susto al comer según qué ingrediente en la comida o cena.
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