Cuando nos ponemos a organizar una boda, de pronto surgen un montón de dudas, nos dan muchísimos consejos y nos vuelven un poco tarumbas sobre las cosas que se supone que hay que hacer sí o sí. Sin embargo, con el tiempo te irás dando cuenta de que hay cosas que no son tan necesarias como parece a la hora de preparar un evento nupcial, y que hay mucho de leyenda en todo esto. Para ayudarte, hemos preparado una guía:
No hace falta tener el vestido un año antes
Tu cuerpo cambia, tus gustos cambian, las tendencias pasan, y puede que lo que te guste doce meses antes no sea exactamente lo que quieras un año después. No te decimos que lo dejes para lo último de lo último en los preparativos, pero sí que te lo tomes con calma para investigar qué tipo de cosas te gustan, cómo te sentarán según qué diseños y lo que se llevará dentro de un año.
No tienes que tener la aprobación de todo el mundo para todo
Es completamente innecesario, y debes tenerlo claro desde el principio, o sufrirás a lo tonto. La boda es tuya y de tu pareja, y aunque busques una opinión en tus seres queridos, no tienes por qué esperar que les guste absolutamente todo y te digan que sí como te gustaría. Obvia su aprobación, no la necesitas.
No es necesario gastar un dineral en la decoración
Recordarán la comida y la bebida, y si todo estaba bonito, pero no apreciarán el dinero que te vas a gastar. Ahorralo para la luna de miel.
No hay que gastarse mucho dinero en los detalles de los invitados
Somos conscientes de que una boda son muchísimos gastos y que hay cosas en las que hay que recortar, así que te recomendamos que no te gastes mucho en los invitados, pero que no elimines este dinero en cuestión.
Disfruta de acceso ilimitado a más de 100 notas sobre belleza, horóscopo, moda y tendencias!
Suscribirme