¿Levante la mano a quién no le pasa que escucha el término hackear y lo relaciona con algo negativo? Es que toda la vida vimos películas donde “los malos” hackeaban sistemas de empresas, bancos, tarjetas de crédito… Sin embargo, hoy vamos a conocer una técnica que nos puede, literalmente, cambiar la vida ¡para bien! Desde el abordaje del PNL (Programación Neurolingüística), hackear significa tomar el control de nuestra mente, poder descubrir cómo uno crea su realidad a diario y actuar en consecuencia con nuestro propósito. Cuando pensamos, sentimos y hacemos, la unidad de nuestra conducta y de nuestra vida es el pensamiento. Y este pensamiento está basado en nuestros sentidos, nosotros creamos realidad de manera consciente e inconsciente a través de imágenes, sonidos, sensaciones, sabores y olores, o sea, desde nuestros cinco sentidos. A esto se dedican Romina López, Federico Ginestet y Fernando Mayol, neurohackers y partes fundamentales del equipo de Melina Vicario, más conocida en las redes como @labiohaker. Ellos están al servicio de nuestra mente para ayudarnos a pensar a propósito y, así, construir la realidad que deseamos. Romina López, Neurohacker y coach ontológica, explica: “cuando hablamos de hackear nuestro mundo mental, hablamos de ser conscientes de que, por ejemplo, si yo me levanto triste en este contexto de COVID, desde este abordaje decimos que sentirse triste es algo que estoy haciendo con mi mente”. De esta forma, cuando hablamos de hackear el mundo mental, se habla de ser consciente de que lo que pienso, lo que siento y lo que hago están en intima relación y co-crean mi realidad.
Al servicio de la mente
El equipo toma el Neurohacking como eje central para optimizar la biología y los resultados en la vida de los consultantes. Desde la biología, el pensamiento lo es todo, cada vez más la neurociencia, la epigenética y la medicina ancestral aportan estudios que revelan la correlación entre nuestro pensamiento y el impacto biológico en nuestro organismo. Fede nos cuenta que, para ellos, “más que una herramienta, es un estilo de vida, es la práctica continua de detectar lo que pensamos y tomar decisiones sobre esos pensamientos, si son favorables o perjudican a mi biología”. De esta forma, está bien tener emociones negativas, nuestro cerebro está diseñado para eso, solo que cuando las detectamos y consideramos que ya fue suficiente de esa emoción o ya no tiene sentido, podemos hackearla y cambiarla por otra que nos devuelva al equilibrio y el control. A través del Neurohacking, la propuesta es prestar más atención a lo que pasa en nuestra mente y usar las herramientas de PNL actualizada, para detectar estados de ánimo, miedos, fobias, creencias limitantes y programas que no nos resultan favorables para concretar los resultados que esperamos. Fede agrega: “soy yo el que decide activamente sobre mi biología y mis resultados. Si cambia lo que pienso, cambia lo que siento en el cuerpo, y eso me permite reaccionar y hacer cosas diferentes a las que venía haciendo. Al sostener estos nuevos hábitos, cambia mi identidad y con ella cambian los resultados que obtengo en mi destino”. Suena tentador, ¿no?
Pensamientos a la obra
“En cada sesión, el principal objetivo es que la persona aprenda a entrenar su mundo mental a través de nuevas estrategias prácticas e innovadoras, ¡y así logre nuevos resultados en su vida!”, nos explica Romy. También nos cuentan que las sesiones duran una hora aproximadamente, pero la pasión por lo que hacen hace que el especialista pueda decidir extenderse un poco más para redondear algún tema. Una vez reservada la sesión, el consultante debe llenar un formulario con sus datos de contacto y el tema a trabajar. De esta forma, le asignan el especialista más brillante para ese tema y luego se programa la sesión. Actualmente, las sesiones son vía Zoom y se puede acceder a ellas a través de reuniones sueltas o paquetes de dos o tres sesiones. Fede amplía: “la de tres sesiones es la más elegida, le decimos “proceso personal”, porque es un proceso en donde el consultante va aprendiendo cómo funciona su mente y detecta programas que luego, entre sesiones, la persona sigue trabajando y detectando cómo son sus estrategias mentales para cambiarlas según sus deseos”. También, el equipo nos aclara que esto no es terapia, no se trata de tomar una sesión a la semana o al mes, sino la idea es tomar sesiones cuando uno lo necesita, con total libertad. Entre calidez, confianza y buena neuroquímica, Fernando, Decodificador Biológico y especialista en PNL, nos explica: “la sesión transcurre en un marco de confianza y sinceridad para lograr resolver y le sumamos algo de risas para provocar una buena neuroquímica y facilitar el aprendizaje. No solo se van con una linda experiencia de autoconocimiento, sino que se van con las herramientas para resolver su situación, si es que no lo hacen en el transcurso de la sesión”.
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