Incluso la confianza tiene sus límites porque el respeto debe estar encima de todo.
A veces creemos que porque hay amistad automáticamente tenemos carta libre con nuestras amigas, sin ponernos a pensar en sus sentimientos, en los límites de las relaciones y en la individualidad de cada persona.
Es así como muchas veces podemos dar opiniones dolorosas, pedir cosas y no devolverlas, y más actitudes que con el tiempo se van sumando, van doliendo y terminan por dañar irreparablemente la relación.
Típico que le preguntamos a nuestras amigas cómo nos quedan los looks en una salida para estar seguras que nos vemos bien. Sin embargo, si sus respuestas no tienen en cuenta tus sentimientos, es desproporcionada y resulta hiriente, no debes quedarte callada.
Peor aún cuando opinan de tu figura sin que se lo solicites resguardándose en el clásico “te lo digo porque te quiero” o “porque me preocupa tu salud”.
Si ellas son las que deciden tu vida amorosa, es una verdadera ‘red flag’. Está bien que le pidas consejos en disyuntivas amorosas, pero no deberían tomar el control, influir en tus decisiones o meterse entre ustedes.
Tampoco es válido que te hagan la guerra cuando no les agrada tu pareja, puesto que se trata de tu felicidad, y no permitas que insulten o humillen a tu compañero sentimental. El respeto debe ir siempre por encima de todo.
Las relaciones tóxicas no solo existen en el ámbito romántico, también pueden experimentarse cuando tu amiga no respeta tus tiempos y espacios personales para desarrollar otras actividades.
Está bien si no quieres salir porque prefieres quedarte en casa para descansar o no estás disponible para hablar el 100% del tiempo. La dependencia, los celos, ser problemáticos o muy demandantes son conductas obsesivas que hay que detener.
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