Nueve cosas que tenés que saber sobre la Toxina botulínica

1.¿Es lo mismo que el Botox?
La toxina botulínica del tipo A es una proteína producida por una bacteria (que contiene la misma toxina que causa el botulismo, una intoxicación alimentaria mortal). Popularmente se la conoce como BOTOX®, pero este es el nombre comercial del primer producto que se lanzó al mercado (marca registrada). En la actualidad, además de BOTOX, existen varias marcas de este medicamento. La toxina botulínica se obtiene de manara biosintética y desde hace más de 20 años se emplea en especialidades como neurología, oftalmología y estética.

2. ¿Cómo se usa y qué efectos produce?
Se inyecta en pequeñísimas dosis en los músculos que causan las arrugas o líneas de expresión para “paralizarlos” y, de esta manera, relajarlos. Así, se consigue atenuar o eliminar las arruga, manteniendo una expresión natural y más jovial del paciente (y previniendo la aparición de nuevas arrugas).

3. ¿Es tóxico?
Absolutamente no. La concentración de toxina que se emplea en las inyecciones es tan baja que resulta totalmente inofensiva (y no propaga sus efectos fuera del área de inyección).

4. ¿Cuándo se ven los resultados?
Los efectos se empiezan a observar normalmente a partir del tercer día de aplicación y, de forma progresiva, van aumentando y borrando las arrugas poco a poco. A partir de los 15 días el resultado es definitivo: el “rejuvenecimiento” es evidente; la expresión facial queda más relajada, con buen semblante y aspecto descansado.

5. ¿En qué consiste el tratamiento?
Se inyecta superficialmente en las zonas donde hay arrugas de expresión, como por ejemplo, el entrecejo y las “patas de gallo”. El procedimiento por lo general toma poco tiempo, entre 15 u 30 minutos. No requiere anestesia local (ni siquiera tópica) ya que las microinyecciones son prácticamente indoloras.

6. ¿Tiene contraindicaciones?
Casi ninguna; una vez finalizado el tratamiento se puede volver a retomar la actividad normal inmediatamente. Ocasionalmente y en muy contados casos puede aparecer algún pequeño hematoma (que se va en un par de días y se oculta con maquillaje). Aún así, las 4 horas posteriores a la aplicación, los médicos desaconsejan las siguientes actividades: masajear la zona tratada, ir al sauna o a la pileta, consumir alcohol, acostarse o tumbarse, realizar cualquier tipo de deporte o gimnasia y efectuar movimientos que impliquen colocar la cabeza hacia abajo (como por ejemplo el yoga o lavarse el pelo).

7. ¿Cuánto duran sus efectos?
No son permanentes: disminuyen progresivamente hasta desaparecer completamente. Van desde los cuatro hasta los seis meses, momento en el cual se aconseja repetir el tratamiento para potenciar los resultados obtenidos. El primer año, lo ideal es hacerlo cada cuatro meses; a partir del segundo, una aplicación cada seis meses. Se puede hacer en cualquier época del año.

8. ¿Dónde de aplica principalmente?
Es el tratamiento no quirúrgico más requerido en el mundo para las arrugas de la mitad superior del rostro. Está especialmente indicado para el área de la frente, tratar las patas de gallo y las arrugas del entrecejo, para restaurar la mirada cansada (levantar la cola de las cejas) y para elevar el párpado superior, que suele desarrollar flacidez a partir de los 35-40 años.

9. ¿Altera las facciones?
Para nada. La toxina botulínica no rellena, sino que ralaja: por eso, no hay que confundirla con otros tratamientos que pueden voluminizar y variar las formas. A diferencia de los fillers, no altera las proporciones del rostro. Sin embargo, igual que en cualquier otro tipo de tratamiento, su uso indiscriminado y sin medida puede tener como consecuencia el efecto poco natural de un rostro “planchado” e inexpresivo.

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