El abdomen es una de las zonas sensibles y una de las que determinan nuestro estado de forma, o al menos desde un punto de vista estético. A muchas, simplemente el hecho de tener un vientre liso ya les saldría a cuenta todo sacrificio. En el tema de las abdominales hay muchos mitos y es importante tener algunos puntos claros.
Hacer abdominales no adelgaza. Tonificamos, endurecemos, pero no adelgazamos.
La grasa no se pierde de forma localizada. En tanto que perdamos grasa, esta se pierde de la zona donde más tengamos de nuestro cuerpo.
Nuestro cuerpo prefiere la grasa como fuente de combustible principal. Si comemos nada más levantarnos, nuestro cuerpo utilizará como energía lo que acabamos de comer, fruta, café, bocadillo. Si en lugar de desayunar a las 8 lo hacemos a las 11, ya estaremos educando a nuestro cuerpo para que tire más de grasas y no tanto de hidratos de carbono.
Evita los alimentos ácidos e inflamatorios. Todo lo que son los hidratos refinados: pan, pasta, cereales, nos hinchan. Nos dan un pico de insulina y no nos sacian. Eso hará que por una lado al cabo de un rato tengamos más hambre y a la par, son alimentos con nos hinchan.
Y por el contrario, alcalinizate. Sobretodo frutas y verduras. Son los hidratos de absorción lenta. Te saciarán, te darán energía y te ayudarán a adelgazar.
Las grasas saturadas son tus amigas. Aún hay quien usando estudios de hace más de 50 años demoniza las grasas como el aceite de oliva, coco. Las grasas saturadas no sólo nos ayudan a adelgazar sino que son las preferidas para nuestro corazón: aceite de oliva, aceite de coco, palta, frutos secos.
El hacer muchas abdominales no nos servirá para mucho, excepto para tonificar. Y para ello, las planchas se han impuesto por encima de las abdominales tradicionales. Y es el único ejercicio que trabaja el transverso abdominal. El ejercicio es sencillo. Es de tipo isométrico, o sea, no hay movimiento.
El transverso abdominal es el músculo más profundo de los abdominales: Una especie de faja que recubre todas nuestras vísceras desde las vértebras lumbares (donde se origina) hasta el abdomen, donde queda insertado por debajo de los oblicuos y del recto abdominal, presionando los órganos intestinales hacia dentro y protegiendo la salud de la columna vertebral, siendo esta esta presión es lo que hace que disminuya nuestro perímetro abdominal y haga que marquemos más.
Se activa automáticamente en acciones reflejas como toser o reír, pero el resto del día tiende a relajarse, ya que no trabaja en absoluto en posiciones sedentarias, sentado o quieto, cada vez más habituales en los empleos actuales. Un transverso abdominal trabajado da una mejor alineación postural de la espalda y una cintura más esbelta. El trabajo de este músculo no nos hará tener menos barriga, pero nos ayudará a tener más marcado nuestro abdomen.
Para empezar podemos hacer 10 segundos seguidos que es poquito. Si notamos que temblamos demasiado, paramos. El ejercicio, técnicamente hablando tiene que ser perfecto. Para empezar pocos segundos. Y podemos hacer 5 series dejando entre 45 y 60 segundos entre series. Cuando puedas llegar a los 60 segundos seguidos haciendo el ejercicio, significará que tendrás un buen tono abdominal.
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