No te preocupes, combatir el insomnio no es una utopía. Eso sí, antes de sumergirnos en el tema, debemos diferenciar entre un insomnio transitorio que se presenta durante un episodio de estrés y el insomnio crónico. En este último caso, es necesario acudir a la consulta de un especialista.

Según la causa del insomnio, se pueden distinguir dos tipos:

1. Insomnio crónico: dura más de seis meses y se puede sufrir por años. Es necesario acudir a un especialista.
2. Insomnio transitorio: se produce durante un corto periodo de tiempo, menor de seis meses. También es recomendable acudir a un especialista antes de que pueda transformarse en un insomnio crónico.

Cómo combatir el insomnio con hidroterapia

El agua es una fuente de bienestar que nos ayuda a sentirnos bien por dentro y por fuera. Estar bien hidratado al irnos a dormir es muy importante y uno de los trucos que pueden ayudarnos a conciliar el sueño. Además, si te cuesta conciliar el sueño de vez en cuando, puedes emplear el líquido elemento para relajarte y elevar la segregación de serotonina que te ayude a dormir. Te contamos cómo:

• Tomar un vaso de agua antes de dormir: por si fuera poco, ese mismo vaso de agua te ayudará a despertarte 7 u 8 horas después, cuando la urgencia de ir al baño a orinar te empuje fuera de la cama.
• Baño caliente para los pies: sumergir los pies en agua caliente —sin quemarte, no es necesario que el agua esté hirviendo, pero sí que notes el calor— durante 20 minutos produce una gran sensación de bienestar y relajación.
• Infusión de hierbas relajantes: puedes probar con infusiones de plantas que ayudan a conciliar el sueño como la pasiflora, la valeriana o la amapola californiana.
• Ducha templada con aromaterapia: aprovecha la ducha nocturna para relajarte con el calor y con los aromas de los aceites esenciales que te ayudarán a conciliar el sueño. No tienes más que añadir unas gotas a tu gel de ducha y aprovechar que te enjabonas el cuerpo para masajear tus músculos.

Como ves, el agua es un gran aliado también para dormir. Procura hidratarte durante el día, hacer ejercicio y dedicarte algo de tiempo para desconectar de las responsabilidades laborales y familiares.