Existen cientos de formas en las que podemos cuidar nuestro cuerpo. ¿Estás familiarizada con los pilates? Es la mejor manera de comenzar a sanar y fortalecer tu cuerpo, sin necesidad de estar sometiendo tu cuerpo a una rutina de ejercicios excesiva. ¡El Pilates es la mejor manera de armonizar tanto tu cuerpo como tu mente! Aprende cómo hacerlo acá.
Existen muchas rutinas de ejercicios para fortalecer el cuerpo, no obstante son pocas las que hacen que se ejercite tu mente tambien. El yoga es uno de esos ejercicios donde se requiere el control total del cuerpo, y más recientemente se ha popularizado el entrenamiento con los pilates.
Con las rutinas de pilates, se busca que por medio de la respiración y la concentración, realizar cierto tipos de movimientos y posturas con el cuerpo. Es una disciplina que requiere de mucha concentración, y en su mayoría de una armonización total entre el cuerpo y la mente. Siguiendo la filosofía de que no hay nada que no puedas hacer con tu cuerpo, si tienes completo control sobre él utilizando la mente. No se tratan de ejercicios de cardio, sino de control.
Para tener una buena rutina de pilates, es importante que mantengas una respiración constante y segura. Esto quiere decir, que sea siempre por vía nasal y no por la boca. Y al mismo tiempo, mantener los músculos abdominales tensados. Esto con el fin de que los músculos se puedan oxigenar adecuadamente y puedan obtener la fuerza necesaria.
Si eres una mujer que busca fortalecer su cuerpo mediante el ejercicio anaeróbico, y obtener unas piernas bonitas y perfectas, además de una completa armonía con el cuerpo y la mente, los pilates son el entrenamiento ideal.
Para ser capaces de realizar ejercicios de pilates en casa, no es necesario que cuentes con demasiado material. Aunque se recomienda que encuentres una zona tranquila en la que puedas relajarte por completo, si es en un jardín o al aire libre, mucho mejor. Mientras más ventilada, mejor.
Ejercicio que trabaja la flexibilidad, así que requerirá de mucha respiración. Ubícate en una zona donde puedas estirar tu toalla en el piso y siéntate sobre ella. Mantén las piernas estiradas, e intenta poco a poco de agarrar los pies poco a poco. No lo hagas de un solo tirón, ve tensando más y más los músculos para que se vayan estirando adecuadamente, de lo contrario podrías lesionarte.
Se trata de mucho control y trabajo en el abdomen, así que mantenlo tenso en todo momento. Sentada sobre la toalla, abraza tus piernas. Es decir, flexiónalas hasta tenerlas junto al tórax y apoya la cabeza sobre las rodillas.
Una vez acá, haz una serie de respiraciones para endurecer los músculos, y ve rodando hacia atrás controladamente. No te dejes caer de golpe, controla los movimientos de tu cuerpo. Cuando la espalda toque el piso, vuelve hacia la posición inicial exhalando el aire de tus pulmones.
Un poco más difícil pero mucho más beneficiosa. Acuéstate boca arriba sobre la toalla, y con los brazos estirados a los lados. Levanta las piernas completamente estiradas hacia arriba en un ángulo recto.
Ahora, tomará de unos segundos para que con ayuda de los brazos y la respiración, continúes levantando las piernas llevándolas hacia atrás para que toquen el suelo por la parte trasera de tu cabeza. Luego de estar 20 segundos en esta posición, vuelve lentamente a la posición inicial.
Todo ejercicio tiene sus ventajas. Pero cuando se trata de los beneficios del yoga o del pilates, incluyen también lo bueno que hace para la mente. El pilates es una práctica muy tranquila que todos podemos implementar en nuestro día a día, para conseguir mejorar nuestro cuerpo y mente al mismo tiempo.
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