Trampas que te pones a vos misma para no ir al gym y cómo evitarlas

Yo no soy deportista, a mí el deporte se me da mal

¡Nadie nace sabiendo! Y en el gimnasio hay entrenadores para ayudarte a empezar. También podes optar por actividades de iniciación en la que se explican los ejercicios paso a paso y son para todo tipo de público.

Me aburro haciendo ejercicio

Eso sólo te pasará al principio, en cuanto lleves unas semanas yendo, vas a ver cómo te encanta. Al principio, te recomendamos que vayas con un amigo, te lleves tu música o te descargues un capítulo de Netflix, con un celular encima hoy en día no hay sitio para el aburrimiento al hacer una rútina. Y no todo se reduce a las máquinas, hay muchas actividades guiadas, como baile, body pump y spinning, que además de ponerte en forma son muy divertidas.

Esa clase no es para mí

No te cierres puertas sin haber probado pero tampoco empieces el primer día con una clase de indoor cycling. Empezá poco a poco y al cabo de un tiempo intentá probar las distintas clases, verás como muchas te sorprenden.

El lunes empiezo

La más típica y manida de todas las excusas y ¡la más mentirosa! Primero, ¿por qué no vas a empezar a ir al gimnasio un miércoles o un jueves? Además el lunes suele ser el día con más afluencia de público tras los excesos del fin de semana. Y segundo, ni se te ocurra aprovechar la excusa de que el lunes empezas para vaguear el resto de semana que queda y hartarte a ingerir calorías. Además, aprovecha esos días cercanos al fin de semana en donde uno está más estimulado y no viene cargando con el cansancio del “lunes otra vez”

No tengo tiempo

Otra de las sobreexplotadas excusas, porque 30 minutos son más efectivos que 0 minutos. En media hora podes hacer cardio, clases específica, o nadar hasta 1.000 metros. El mejor truco para no sucumbir a la excusa de la falta de tiempo es buscar un gimnasio cerca de casa o del trabajo y elegir bien el horario en el que vas. ¿Seguro que no podes sacar media horita en todo el día?