El mundo del fitness está lleno de mitos y conceptos erróneos. Nos bombardean sin cesar con anuncios y artículos sobre nuevas dietas y métodos de entrenamiento.
1. No hay atajos ni píldoras mágicas cuando se trata de perder peso o de mejorar la salud y la forma física
Lo que sí es posible es acelerar el proceso, evitar errores y sacar el máximo partido al esfuerzo. Lo fundamental es trabajar duro y ser disciplinado. El secreto consiste en utilizar los métodos más efectivos.
2. Las básculas no son lo más apropiado para controlar la pérdida de grasa
A menos que tengas que perder entre 10 y 15 kg, una báscula no te va a dar mucha información útil. Estos aparatos no distinguen entre músculo y grasa. Tener músculo es algo positivo pero una báscula no te dirá esto.
3. El dolor está bien pero no es un indicador de haber hecho un entrenamiento eficaz
El que estés dolorido al día siguiente no significa que hiciste un buen entrenamiento. La cantidad de dolor depende de la persona, de cómo tu cuerpo responda al ejercicio.
4. Un mal entrenamiento puede acabar en lesión
Este hecho a veces se pasa por alto. La calidad en el movimiento y en la técnica no es algo muy glamuroso pero puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Es más, una mala técnica de entrenamiento puede traducirse en una lesión crónica.
5. No hay nada más importante que tu actitud
Si estás dispuesto a todo y tienes una actitud positiva conseguirás resultados. Una actitud negativa no te llevará a ningún lado. Hay una relación directa entre la actitud y el éxito, da igual tu genética o habilidad natural.
6. No creas que por ser más viejo tu forma física va a decaer
Ninguno de nosotros va a vivir eternamente, pero desde luego los malos hábitos no ayudan. Más importante que tu edad es tu estilo de vida, practicar una conducta que sea saludable para tu cuerpo.
7. Descansar es tan importante como hacer ejercicio
Una comida saludable después de haber hecho ejercicio, dormir de siete a nueve horas, reducir el estrés y descansar son aspectos vitales para conseguir resultados óptimos. Los resultados no se consiguen haciendo ejercicio sino recuperándose del ejercicio.