Es una realidad que afecta a un buen número de personas mayores, tanto a hombres como a mujeres. A medida que pasan los años, sin darnos cuenta, movemos nuestros brazos “lo justo” y es importante entrenarlos en su conjunto, para que las principales articulaciones (especialmente las de hombros y codos) mantengan su rango de movimiento.
Hacer ejercicio de brazos ayuda a prevenir la flacidez, que tiende a aparecer en la cara interna del brazo. Ejercitándolos obtenemos una mayor potencia muscular en bíceps, tríceps y también en los deltoides para fortalecer el área superior de la espalda. Además, hay que recordar que al entrenar tus músculos, poniéndolos en movimiento, ayudas a la remineralización de los huesos, previniendo la osteoporosis.
Rutina de ejercicios de brazos apta para todas las edades
Más firmeza, más fuerza y también unos brazos más bonitos y armoniosos, es lo que puedes conseguir simplemente dedicando 10 – 20 minutos, dos – tres veces por semana, a realizar estos ejercicios.
• De pie con los brazos estirados hacia adelante y las palmas hacia abajo, eleva, de manera alternativa, primero uno y luego el otro. El objetivo del ejercicio no es subirlos al máximo, sino de mantenerlos lo más recto posible. Si te resulta sencillo, prueba hacerlo sujetando una mancuerna en cada mano. Aumentarás la resistencia y lograrás reducir la falcidez en menos tiempo.
• Desde la misma posición, pero esta vez con los brazos elevados y estirados lateralmente (en cruz), describe giros pequeños, trabajando también el movimiento de tus hombros para ejercitar los deltoides. Haz círculos primero hacia adelante (unas 10 repeticiones) y, seguidamente, hacia atrás. Puedes hacerlos con tus palmas hacia abajo y, a continuación, con los dedos apuntando hacia arriba (como si estuvieses empujando dos paredes imaginarias), notarás como se tensan los músculos de brazos y antebrazos.
• También con los brazos en cruz y con una mancuerna en cada mano, flexiona los codos (puños hacia abajo), de manera que formen un ángulo de 90º. Una vez preparado, se trata de “abrir y cerrar”, es decir llevar la mancuerna a la altura de tu axila y volver a estirar el brazo. En este caso, haz las repeticiones a ritmo ligero, siempre que no sientas algún tipo de molestia al realizarlas.
• Al igual que ocurre con el movimiento anterior, con este último ejercicio continuarás el trabajo de tríceps. Sujeta una mancuerna (o algo de peso como un brick de leche) con tus dos manos a la altura del abdomen. Eleva despacio tus brazos hasta intentar llevar el peso por detrás de tu cabeza (a la nuca), de esta manera estás entrenando los tríceps para restar flacidez, fácilmente, a la cara interna de los brazos.
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