Qué le pasa al cuerpo cuando dejamos de ejercitarnos

Pérdida de masa muscular y de fuerza: El músculo comienza a perder proteínas, ya que al no tener que realizar su trabajo comienza a perder proteínas que se absorben en la circulación y se eliminan por la orina. Los músculos se empiezan a hacer más pequeños, por lo que si comes la misma cantidad que cuando hacías ejercicio, la grasa se comenzará a acumular y terminará por cubrir tus músculos.

Favorece el envejecimiento: En un cuerpo activo que está acostumbrado a realizar ejercicio, la capacidad del corazón para bombear sangre aumenta y el órgano está activo y fuerte. Al abandonar el entrenamiento y reducir el trabajo de los músculos del cuerpo, se consume menos oxígeno, la circulación se desacelera, comienza a disminuir la capacidad de los vasos sanguíneos para irrigar a más zonas, y los órganos van a estar menos oxigenados. El organismo no va a estar tan saludable, por lo que va a aumentar el proceso de envejecimiento.

El metabolismo se vuelve más lento: Al consumir menos energía, se disminuye la masa muscular, los niveles de glucosa pueden aumentar y puede favorecer a la diabetes.

Vuelve el estrés: Te haces más vulnerable a los cambios de humor, la depresión puede aparecer, y puede bajar tu autoestima si comenzas a subir de peso.

Baja tu energía: Al sentirte nervioso, y ansioso, te vas a sentir cansado, no podrás dormir tan relajado como antes, y te costará más levantarte por las mañanas. No vas a tener un sueño reparador y vas a notar una bajada de energía.

Perderás condición física cardiovascular: Esta se perderá lentamente, aunque igual seguirá siendo más alta que la de una persona sedentaria o que nunca practico ejercicio. Según los expertos en el tema, perderás hasta un 40% de la condición física cardiovascular.

Los beneficios de la flexibilidad: Estos se pierden rápidamente si no realizamos estiramientos durante algún tiempo, los músculos y tendones empiezan a retraerse a su longitud típica de descanso.