Paso 1: limpia la piel
El primer paso del yoga skin no varía de cualquier otra rutina de belleza. Lo primero siempre es preparar la piel, y para ello, límpiala con un producto suave, como agua micelar o un gel limpiador.
Paso 2: aplica tu crema hidratante y déjala que absorba
Aplica la crema que mejor le vaya a tu piel con normalidad y déjala absorber por completo. Te recomendamos siempre optar por una que tenga factor de protección solar para que pueda protegerte del fotoenvejecimiento, la causa de la aparición del 80% de las arrugas.
Paso 3: haz la mezcla mágica para conseguir tu yoga skin
La clave de la luminosidad de tu rostro y el efecto “piel de yoga” es súper sencillo. Para eso, debemos hacer una mezcla de 5 gotas de nuestra base de maquillaje con unas gotas de aceite facial y otra gota de iluminador líquido. Mezcla los 3 productos bien y aplica sobre el rostro, preferiblemente con las manos, para conseguir que el maquillaje se funda mejor con la piel y, al mismo tiempo, para conseguir que mejore la circulación sanguínea del rostro, mejorando también su aspecto. Se trata del look de maquillaje perfecto de día. El resultado es una cara brillante, luminosa, con buen tono y llena de energía.
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